Un azulejo de Jesús Nazareno de El Silencio podría estar en peligro por unas obras en Nervión.
Nuestros barrios cuentan con un interesante patrimonio cerámico que se remonta, en muchos casos, casi un siglo hacia atrás. Y las nuevas viviendas que se están construyendo sustituyendo a antiguos chalés suscitan la preocupación de los vecinos en cuanto a algunos elementos cerámicos que pueden desaparecer durante las obras.
Es el caso de un azulejo que representa a Jesús Nazareno de la Hermandad de El Silencio y que se encuentra en una casa en la esquina de las calles Beatriz de Suabia con Rico Cejudo. Es una obra de Alfonso Chaves, quien trabajara en la fábrica trianera de Ramos Rejano, y se calcula que el azulejo puede ser de los años 50 del pasado siglo.
La alerta ha saltado cuando se han colgado los carteles en este inmueble de que se va a derruir para levantar una nueva promoción de viviendas. Además, el cartel reza que el inicio de las obras es «inminente». También el usuario de X José Manuel Caro ha interpelado a la hermandad de la Madrugada para que dé un paso adelante y salve de la piqueta esta joya cerámica.
El caso del azulejo del Dulce Nombre
Recordemos que ya se dio la voz de alarma hace unos años con un azulejo antiguo de la Virgen del Dulce Nombre, que se encontraba en una vivienda y que este año cumple un siglo. Se trata de un azulejo obra de Enrique Orce de 1924 que estaba en una casa de Rico Cejudo y que, gracias a la movilización ciudadana, pudo ser rescatado y restaurado por la Hermandad del Dulce Nombre, que hoy lo guarda como un tesoro.
Y no es para menos, con un siglo de historia, el azulejo se realizó en el taller de Ramos Rejano, símbolo de excelencia en la cerámica trianera. Además, el azulejo representa a la Virgen y San Juan tal y como los retrató en una fotografía Cecilio Sánchez del Pando en 1924, siendo esta la primera fotografía de la dolorosa, aún en el taller de Castillo Lastrucci.
