Cristos, pasos, palios… el antiguo patrimonio de las hermandades del Distrito Nervión tiene hoy una nueva vida. Te contamos dónde.
En tantos años de nuestras cofradías es natural que el patrimonio vaya cambiando y, en algunas ocasiones, que los antiguos pasos o incluso titulares, vayan a otros lugares en los que comienzan una nueva vida con nuevos devotos. Hoy vamos a repasar el viaje de ese antiguo patrimonio a otros lugares para saber dónde están y qué trocito de nuestros barrios se encuentra ahora en otros paraderos. También de aquel patrimonio que desapareció para siempre y ya solo podemos resucitar en fotos en blanco y negro. Hoy, en la primera entrega de esta serie, nos centramos en la Hermandad de la Sed
La Sed: una nueva vida en el alma de Córdoba y Alcalá
Cuando el Cristo de la Sed iba a la cárcel en estación de penitencia aquellos Viernes de Dolores y aún en aquellos primeros Miércoles Santos camino a la Catedral, todos lo recordamos sobre un paso de caoba. Una obra neorrenacentista que ahora podemos ver en la Hermandad de la Vera Cruz de Córdoba, y que es una obra de José Sanjuán Navarro con capillas con figuras y paños de orfebrería añadidos en 1980 por el orfebre sevillano José Manuel Ramos con diseño de Antonio Dubé de Luque, así como esculturas de Juan Ventura.
Así, se da la curiosidad de que el Señor de los Reyes de Córdoba tiene en su paso representados santos y papas más relacionados con Sevilla y con la Hermandad de la Sed: la Inmaculada en el frontal, San José, San Pedro, San Andrés, San Antonio, San Martín, San Bernardo, San Vicente, San Enrique, San Fernando, San Isidoro, San Leandro, Santas Justa y Rufina, y los Papas Juan XXIII y Pablo VI.
En cuanto al primitivo Cristo de la Sed, mucho antes de que existiera la hermandad, era obra de Antonio Illanes y fue quemado durante el incendio de la Parroquia de la Inmaculada Concepción en 1936, en los ataques a iglesias durante el estallido de la Guerra Civil. Según testimonios del propio Illanes tras el alzamiento, cuando tuvo que restaurar o hacer réplicas de las devociones de toda la provincia, de su crucificado solo quedó un brazo tras el incendio.
En lo que respecta al palio de la Virgen de Consolación, con la ejecución de las nuevas bambalinas por el taller de Charo Bernardino, se vendieron las anteriores, que hoy se encuentran muy cerca de nuestra ciudad. Son las que cobijan a la Virgen de la Oliva de la Hermandad de la Borriquita de Alcalá de Guadaíra. Son obra de Ignacio Escobar bajo diseño de Dubé de Luque, realizadas entre 1984 y 1985, y están realizadas en bordados de aplicación sobre malla, y fueron enriquecidas por la hermandad para su nueva vida en Alcalá de Guadaíra.