Zoido acatará si la Justicia le obliga a derribar las cocheras del tranvía

El Metrocentro a su llegada a San BernardoJuan Ignacio Zoido hará con las cocheras del tranvía lo mismo que la universidad hizo con la biblioteca del Prado: asumir la decisión judicial y obedecer. El alcalde asumió ayer que, si el TSJA le pide que derribe las cocheras tras la petición de los vecinos de Diego de Riaño, no habrá otra opción. También culpó al gobierno de Monteseirín del actual conflicto.

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Esta acción, que queda ahora en manos de la Justicia después de que los vecinos de Diego de Riaño hayan anunciado que volverán a llevar a los tribunales la decisión de ayer de Urbanismo, podría costar miles de euros a las arcas municipales y supondría buscar otro solar en el que acoger los vehículos del tranvía, además de la interrupción del servicio mientras duren las obras.

La historia del conflicto

Si nos vamos atrás en el tiempo, esta denuncia vecinal se remonta a 2007, cuando el consistorio, entonces capitaneado por Sánchez Monteseirín, decidió ubicar en este solar de la calle las cocheras para el Metrocentro. Incluido en el PGOU de 2006, esta medida fue reclamada por los vecinos porque este suelo se calificaba como residencial para construcción en manzana -así lo recogían los textos de la Junta de Andalucía-.

El consistorio hispalense consideró esa calificación como un “error”, y por eso rehizo y aprobó un nuevo PGOU en el que ese solar ya era apto para la construcción de las citadas cocheras de cara a la futura construcción del tranvía, calificándolo como “dotacionales con carácter de sistema de equipamiento”.

En 2008 los vecinos reclamaron al consistorio que paralizara la actividad del tranvía por no cumplir la normativa urbanística -algo que habría supuesto un descalabro en las cuentas municipales-. El ayuntamiento no tardó en desestimar el recurso de los vecinos en el pleno municipal, y por ello los habitantes de Diego de Riaño fueron a los tribunales.

Fue entonces cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía resolvió que el ayuntamiento admitiese a trámite y resolviese este recurso de reposición. Es decir, que se lo pensaran una vez más y que siguieran de nuevo los pasos marcados para volver a llevar el tema al pleno. Y tras hacerlo, este miércoles y cuatro años después de aquello, han vuelto a decir lo mismo: que las cocheras del tranvía se quedan donde están. Aún así, el abogado de los vecinos de Diego de Riaño anuncia que esto no acaba aquí. El tema volverá a los tribunales por la vía de lo contencioso-administrativo.

R.N.

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