Residentes en el entorno del nuevo espacio verde se concentraron a las puertas de la antigua cárcel ante la falta de respuesta del Consistorio sobre la inauguración del parque.
Un centenar de vecinos del entorno del Parque de la Ranilla se concentraron el pasado viernes ante las puertas de la antigua cárcel provincial, cuyo edificio se encuentra inserto en la nueva zona verde, para exigir al Ayuntamiento de Sevilla la apertura del parque, ya que según ellos “está terminado”. La convocatoria, que surgió de los residentes de las zonas colindantes a La Ranilla, reunió a un numeroso grupo de ciudadanos acompañados por sus hijos e hijas, quienes según los vecinos son los más perjudicados. “Vemos a diario desde nuestras casas como el parque está terminado y nuestros hijos tienen que seguir jugando en medio de la calle”, afirma una de las asistentes a la manifestación.
La concentración, que transcurrió de manera pacífica, tenía como objetivo reclamar una respuesta por parte del ayuntamiento de la ciudad sobre la fecha de apertura del parque. Desde fuera, los vecinos de la zona observan como ya están colocados todos los juegos infantiles, mobiliario o arboleda, y sin embargo no se abre el parque. “En algunas partes ya hay zonas que incluso han empezado a deteriorarse por falta de mantenimiento” asegura un vecino de los que acudieron a la concentración.
Desde el Ayuntamiento se apuntaba a la inminente apertura del Parque de la Ranilla en octubre de 2015. El propio delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, consideraba que no es un parque más, sino que marca “un antes y un después” para el barrio y para el conjunto de la ciudad por dos razones principales: una, por la dotación en sí de espacio verde y de esparcimiento para los vecinos, y dos, por su simbología, con referencias constantes a la antigua prisión tan vinculada a la represión franquista y también a las históricas riadas del arroyo Tamarguillo, que han quedado simuladas al diseñar las fuentes. A pesar de todo esto el nuevo espacio verde de Nervión continúa cerrado.
Fernando Márquez