La madre de una niña de 11 años ha acudido al Fiscal del Menor porque dice que su hija, con una discapacidad auditiva, no puede ir a clase porque el IES Murillo no cuenta con monitores especiales para alumnos como su hija.
Según la mujer, ha sido la Delegación Territorial de Educación la que no ha enviado al centro los dos monitores que, por ley, debe haber en el instituto para estas necesidades especiales que requieren, por ejemplo, conocimiento de la lengua de signos. Según ella, la niña fue matriculada en julio especificando sus necesidades y a día de hoy no hay en el centro los recursos necesarios para el correcto aprendizaje de la alumna.
Desde la Junta de Andalucía, afirman que se le ofreció a la familia el traslado al centro Beatriz de Suabia, donde si contaban con los recursos necesarios, pero que la madre no lo aceptó. Por ello la Junta se escuda en que, al no aceptar el traslado, se ha tenido que activar un protocolo que lleva más tiempo, y que ha provocado la situación actual.
R.N.