Ayer el caos circulatorio se apoderó del norte del barrio de San Roque y de los aledaños de Recaredo. Un semáforo de arco se precipitó sobre la calzada alrededor de las cinco de la tarde en la calle María Auxiliadora.
No hay que lamentar heridos y, a pesar del nivel de tráfico que tiene siempre esta avenida, no afectó a ningún vehículo. El semáforo se desplomó solo sin necesidad de que un accidente lo tirara. Aunque la policía piensa que el viento pudo bastar para tirar el semáforo, sí que es cierto que el carril bici junto al semáforo seguía ayer en obras tras varias semanas de reparación, por lo que ha podido afectar al soporte del semáforo dada su cercanía.
El tráfico volvió a la normalidad con la retirada del semáforo, aunque durante una hora se resintió la circulación en el acceso norte a esta parte de Nervión.
R.N.