Un manto amarillo en San Bernardo

arboles

Llega el verano y algunas calles de Nervión se convierten en una auténtica alfombra amarillenta. Los árboles, cargados de hojas y flores, depositan estas últimas sobre la acera y la carretera de algunas zonas del barrio que en ocasiones quedan por completo sumergidas por una abundante masa floral generando una serie de problemas.

publicidad

Es el visual el menor para los vecinos, aunque bien es cierto que en muchas ocasiones la acumulación de maleza caída de los árboles provoca que las calles parezcan estar demasiado sucias. El trastorno radica en la integridad física de los vecinos, ya que algunas aceras –debido a su pavimentación- se convierten casi en pistas de patinaje, por lo que una pisada desafortunada de cualquier viandante puede acabar con el mismo en el suelo y provocarle consecuentemente daños físicos.

arbol cocheEste caso sucede concretamente en la calle San Bernardo, cuyas baldosas del acerado son en algunos tramos tan lisas que multiplica el riesgo de caídas con la acumulación de estas flores. Más aún en verano, cuando generalmente utilizamos calzado con la suela también muy lisa, lo que se convierte en una combinación que prácticamente te asegura, en el mejor de los casos, escurrirte.

Y no sólo es el suelo el que acaba inundado de este manto amarillento, sino que los vehículos aparcados en la calle suelen estar cubiertos de flores. Como es lógico, a más tiempo aparcado, mayor es la abundancia floral, aunque también es cierto que basta un día (si acaso unas cuantas horas) para encontrar tu coche (sobre todo los parabrisas) cargados de maleza caída de los árboles. Los mismos que generan un segundo problema para otros vecinos debido al enorme volumen de sus copas. Este no es otro que el que las ramas se cuelan –literalmente- en las ventanas y balcones de algunas viviendas.

arbol san bernardoarbol felipe

Unas problemáticas que se pueden evitar realizando la debida poda o desbrozado de los árboles antes de que se carguen de flores (allá por el mes de abril, lo sumo mayo) cuando las copas aún están casi en su ‘esqueleto’, tal y como se realiza en otras zonas de la ciudad y el propio distrito o como recientemente se ha realizado en calles del entorno. Por citar alguna, la calle Felipe Hauser, porque, aunque el refranero español bien dice que ‘más vale prevenir que curar’, también nos deja otro sabio dicho que reza: ‘Nunca es tarde si la dicha es buena’.

Alfonso González, vecino del barrio de San Bernardo

publicidad

Compartir:

Otras noticias

Comer en Nervión