Ha sido solo un momento, y menos mal que los bomberos del Parque de San Bernardo se encontraban a tan solo un par de calles para echar una mano a la hermandad de El Plantinar.
Iba el Varón de Dolores de la Hermandad del Sol recorriendo la calle Campamento cuando, pasando la calle Huestes, el capataz del Cristo se ha encontrado con unos cables que cruzaban la calle de un extremo a otro. No ha habido problema en esquivar el primero, pero el segundo era insalvable.
Ha sido en ese momento cuando se ha vivido un pequeño momento de desconcierto. A pesar de que el capataz ha mandado a los costaleros que llevaran sin avanzar el paso al margen derecho de la calle para intentar que el cable no se enganchara en la cruz que abraza el Cristo, no era suficiente. Además, a pesar de que pedía a los costaleros que se agacharan, era imposible. Incluso con el paso con los zancos en el suelo, la cruz seguía dando en el cable.
Según algunos presentes, las lluvias fuertes de los últimos días podrían haber aflojado la tensión de estos cables, por lo que el obstáculo no estaba previsto por la Hermandad del Sol. Ha sido entonces cuando han llegado dos bomberos uniformados desde el parque de San Bernardo con una enorme pica para hacer de alzacables improvisados.
Con la pica de varios metros de largo han elevado el cable y el Varón de Dolores ha podido seguir su camino hacia la calle Ancha del arrabal de los toreros. La misma solución se ha dado para el palio, que estaba cuando ha surgido el problema terminando de cruzar la Avenida de la Buhaira.
Una vez pasado el momento, la hermandad ha dado bonitos momentos bajo el túnel verde de los árboles de la calle San Bernardo y a la subida del puente antes de entrar en el centro por la Puerta de la Carne.
Miguel Pérez Martín
