Sin tiempo casi para digerir la dura derrota del pasado domingo ante el Albaida, el Ciudad Jardín rendía visita este jueves al feudo de la UD Rinconada. El cuadro nervionense buscaba puntuar ante un equipo que ya tiene los deberes hechos, pero que a su vez quería darle una alegría a su afición. Con esta derrota la permanencia se va hasta los cuatro puntos de distancia, ya que el Paradas consiguió vencer en el campo del Gerena.
El partido fue poco brillante debido a la igualdad reinante entre ambos equipos. Más que oportunidades, había acercamientos. Con empate a cero se llegó al descanso y todo quedaba emplazado a resolverse en la segunda parte.
Esta tuvo un mayor ritmo de juego, la urgencia de la victoria estaba latente y eso lo agradeció el espectador. Pero si hay una manera de resumir la temporada del Ciudad Jardín, es lo que ocurrió entre el minuto 63 y 64. Primero, porque tuvo la ocasión de ponerse por delante, pero el portero Braulio, desde el suelo, consiguió parar un tiro que ya era gol. Y segundo porque justo en la jugada siguiente llegaría el gol local de penalti, transformado por Braulio. Mazazo para un Ciudad Jardín que recibió la puntilla a diez minutos del final, cuando Enma batió a Raúl de cabeza tras la salida de un corner.
Otra jornada que los pequeños detalles resuelven los partidos en contra de los intereses nervionenses. El próximo partido será nada más y nada menos que el derbi ante el Nervión, un rival que viene pisando fuerte buscando el ascenso.
F. Jorge Aguilar