Tras años olvidado y lleno de grietas, el hermano pequeño del templete de la Cruz del Campo ha vuelto a la vida. ADIF acaba de terminar la restauración del humilladero situado en el barrio sevillano de San Jerónimo.
El edificio está situado en el cauce del antiguo Tamarguillo y suponía un lugar de peregrinación desde que se levantara allá por el siglo XV. Está realizado en un estilo gótico-mudéjar, muy parecido al que luce el humilladero de la Cruz del Campo. En su interior, guardaba la imagen de San Onofre o de una cruz del camino, pero en la actualidad lo que podemos ver es una figura en hierro fundido de un Corazón de Jesús, al que se conoce popularmente como «el santo negro».
Este humilladero fue hallado dentro de otro edificio mayor en 1914 y desde entonces ha estado abandonado a su suerte en esta zona alejada del barrio de San Jerónimo. En el pasado febrero, la Gerencia de Urbanismo de Sevilla determinó que el monumento necesitaba una restauración urgente, por lo que ADIF se encargó de realizarla por costes de 25.410 euros. El Ayuntamiento de Sevilla no descarta ahora trasladar el templete -declarado Bien de Interés Cultural- a otro lugar, donde pueda ser más accesible a los visitantes.
Según cuenta la leyenda, el propio rey Fernando III ‘el Santo’ se habría detenido en este humilladero a implorar un triunfo seguro antes de entrar en la ciudad a reconquistar Isbilia.
R.N.
