Dos problemas tenía aparejados la nueva plaza que precede a la Estación de Cádiz. Ambos han tenido un arreglo que deja insatisfechos a los vecinos.
El primer problema que tuvo esta plaza nada más inaugurarse fue la conservación de las zonas ajardinadas que ocupan la plaza. Las plantas y arbolitos que ocupaban parterres y maceteros se encontraban antes del verano absolutamente secos, como cadáveres que daban una imagen horrible de este nuevo espacio. Además, habían crecido malas hierbas en los parterres con categoría de matorral que crecían sin control.
Una vez que hemos regresado del verano hemos visto cómo se habían desbrozado los parterres y se habían eliminado las plantas secas de maceteros y parterres. Eso sí, no se han repuesto, por lo que a día de hoy es una plaza con un montón de espacios llenos de tierra seca. Las plantas secas fueron retiradas pero no han llegado las nuevas. Tampoco hay agua en los estanques y durante semanas hemos visto las hojas secas acumularse en ellos.
El otro problema de esta plaza es su rotulación, que iba dedicada a los dos bomberos que perecieron en el terrible incendio de los Almacenes Vilima y que pertenecían al Parque de Bomberos de San Bernardo. La plaza que debía llamarse Bomberos Del Toro y Rivero ya tiene su rotulación, al menos en el lado de las viviendas que dan a la plaza. La placa de color azul que debía ir sobre el edificio de la propia estación duró tan solo unas horas, ya que fue colocada para una inauguración que nunca llegó a producirse y que a día de hoy no tiene fecha.
De hecho, el 7 de marzo de este mismo año, 13 meses después de la aprobación de la rotulación en el pleno, se llegó a programar el acto de inauguración de la placa. Y se colocó. Y en menos de 24 horas, por un problema de agenda del Delegado de Seguridad, se canceló la inauguración de la plaza y se retiró la placa del muro. Y hasta hoy. Sus compañeros bomberos sí los recuerdan cada día con una placa que hay en el Parque de Bomberos de San Bernardo recordando aquella amarga noche.