Alberto Castejón es un joven estudiante de Derecho de 24 años y acólito de la Hermandad de San Benito desde hace más de seis años. Alberto está muy vinculado a la hermandad porque nació en Nervión y él y sus hermanos desde pequeños forman parte de la hermandad. Sin embargo, cuenta que no hizo estación de penitencia hasta que hizo la comunión y sintió la fe cristiana que le caracteriza. Alberto defiende que “ser acólito conlleva mucho más que lo que se ve el Martes Santo”.