La casa de la escuela de Aníbal González del número 2 de la calle Alejandro Collantes ya es historia. Ayer pudimos ver como la piqueta ya había destruido la segunda planta del inmueble, una villa austera de ladrillo de Nervión.
Si bien hace unas semanas eran los integrantes de Adepa, que defienden el patrimonio arquitectónico de la ciudad, los que alertaban del visto bueno de Urbanismo para demoler por completo esta casa, ayer podíamos ver cómo el interior de la casa ya no existe, al igual que la segunda planta de la misma.
Esta casa, de la escuela del arquitecto de la Plaza de España, forma parte de un conjunto de adosados del mismo estilo construidos a principios del siglo XX, con rasgos claramente regionalistas y con el uso del ladrillo como base arquitectónica. A pesar de las quejas de los defensores del edificio, Urbanismo ya lamentó que no podía hacer nada al no estar inscrito el inmueble en ninguna lista de protección patrimonial.
Aunque en muchos casos se contempla conservar la fachada para no romper la línea de la calle, en este caso no se ha podido lograr ni siquiera eso. La constructora va a derribar la casa hasta sus cimientos, aunque el ayuntamiento sí que ha logrado que respete el retranqueo de la parcela, conservando la estructura de jardín delantero.
Miguel Pérez Martín