Exiliada y algo confundida por los inesperados acontecimientos vividos, la Hermandad de San Roque busca nueva sede para sus titulares tras el cierre por el mal estado de la Parroquia de San Roque. Pero la hermandad esperará a que pasen las fiestas para elegir su nueva ubicación.
Así lo comunicó el hermano mayor de la corporación tras el el besamanos de la Virgen de Gracia y Esperanza en la iglesia del Convento de San Leandro. La virgen fue hasta el olvidado convento para los cultos y será trasladada de nuevo al oratorio de la casa hermandad donde se encuentran San Juan y el Señor de las Penas. Allí reposarán al menos durante las fiestas navideñas. Tras ese momento, en enero o febrero, se procedería al solemne traslado de las imágenes a una sede aún por determinar.
Entre las opciones más lógicas, la hermandad podría moverse hasta la Iglesia de Santiago, parroquia que también la acogió cuando la iglesia fue pasto de las llamas en los tremendos sucesos del 36. Los Gitanos, que también han mostrado su apoyo a la corporación de San Roque en otras ocasiones, cuenta con un templo espacioso y nuevo en el que la hermandad tendría su espacio.
Entre las nervionenses, El Plantinar sería una opción demasiado lejana, a pesar de que el párroco de San Diego de Alcalá es el que ha predicado en los cultos de Gracia y Esperanza y la relación es muy buena. San Bernardo ha sido otra hermandad que ha apoyado en el pasado a los de San Roque, y en San Benito no hay espacio material para acoger a otra hermandad.
Quizá la hermandad de San Roque mira más hacia el centro, ya que la más cercana, la Capilla de los Negritos, tampoco tiene espacio para acoger a los titulares de la hermandad de la plaza de Carmen Benítez. Tras las fiestas habrá que esperar una decisión, aunque a la hermandad no le han faltado ofrecimientos de distintas cofradías que han querido acogerlos.
R.N.