La noche de este domingo tuvo tintes sacramentales en el barrio de los toreros. El Corpus de San Bernardo, como cada septiembre, llenaba la noche con sus campanillas y tambores. Una noche para regresar al recorrido tradicional por Artillería y alguna que otra estampa insólita.
A las nueve de la noche, con el repique de las campanas de la parroquia anunciando la hora, salía el cortejo por la puerta de la parroquia del barrio de los toreros. El arrabal esperaba a la procesión en la misma puerta del templo y las puertas de la Fábrica de Artillería -el mal estado el año pasado impidió que pasara el Corpus por este inmueble- se abrían para que la custodia surcara el edificio por su calle central.
Las estampas de la custodia surcando este edificio que está en obras de restauración fueron uno de los momentos más buscados por los curiosos, pero también había quien encontró la estampa ideal en la calle San Bernardo. El grupo joven de la hermandad había preparado a las puertas del antiguo centro okupa del barrio, ya desalojado, un altar. Una estampa insólita que no habíamos visto nunca y que hasta hace unos meses era impensable.
Por lo demás, el recorrido supuso una hora y media de devoción a los sones de la Banda de la Cruz Roja que culminó con una entrada de nuevo al son de las campanas. Como detalle, en el cortejo pudimos ver al Hermano Mayor de la Sed, al pregonero de la Semana Santa y a la Delegada del Distrito Nervión.
Puedes ver una fotogalería completa de la procesión del Corpus en nuestro Facebook.
Miguel Pérez Martín