Los vecinos de San Bernardo se han acostumbrado a que sea algo natural. Ruinas, puertas de edificios históricos valladas por temor a los okupas, verjas reventadas, matorrales… El descampado de San Bernardo es un reflejo de lo que la crisis dejó atrás y de la desidia de las instituciones.
Como informa Diario de Sevilla, el solar de San Bernardo es un clamoroso grito a lo que en su día fue un proyecto y ahora es solo una vergüenza. Un solar tremendo que incluye las naves de la subestación ferroviaria de Enramadilla, apoyo de la Estación de Cádiz en sus días, y que hoy solo es un solar en el que se prometió una «nueva Buhaira» que nunca llega. Entre el alto hotel Sevilla Center y los edificios de Enramadilla nada hay: solo polvo. La puerta al barrio de San Bernardo es un solar abandonado y descuidado que sirve de gueto del botellón las noches del fin de semana.
El «gran solar», que está más cerca de la Buhaira, es propiedad de la Junta de Andalucía y en él estaba previsto levantar un colegio que sustituya al de San Bernardo, casi al límite con las ruinas. De hecho, algunas noches puede verse a gente que entra a hurtadillas en el edificio trasero del colegio, amparados por la oscuridad de la noche. Cercano está el fantasma de los okupas, esos que vivieron en el esqueleto de la nave de las cocheras, que se muestra con un tejado a dos aguas partido a cielo abierto en el centro del solar. Aunque parece que las tapias evitan la ocasión y, por tanto, el peligro.
El botellón es otro tema. Los fines de semana, en ese parque anecdótico más que útil que surca el descampado, se concentran los jóvenes para beber al aire libre, amparados por lo solitaria que se queda la zona de madrugada y por la facilidad que da el terreno para escapar de las autoridades si se presentaran en coche. Rafael Sisamón, del residencial Nuevo San Bernardo, dice que no entiende cómo se puede permitir una zona con este grado de abandono en el «sector más caro de la ciudad».
El otro solar, el más pequeño, va destinado a acoger la sede de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), pero nada se sabe del proyecto. Según el Ayuntamiento de Sevilla, han contemplado pedir a la FAMP que les ceda los terrenos para dedicarlos a aparcamientos, teniendo en cuenta lo complejo que es estacionar tu vehículo en una zona como San Bernardo, cuajada de calles estrechas y muchas casi peatonales. Más necesaria aún ahora que la zona azul va a expandir sus dominios y las zona de Prado, Huerta del Pilar y Buhaira van a verse llenas de parquímetros.
Mientras, los solares siguen a la espera, en plena Milla de Oro de la ciudad. Las vallas se muestran rotas y dan cobijo a aquellos que buscan beber escondidos a altas horas de la noche, con el consiguiente ruido que enturbia las noches de descanso de los vecinos de los alrededores.
R.N.