Aquellos que vayan buscando la excelencia y la sencillez de los sabores del mar, tienen una cita en el Restaurante Mara.
A pesar de llevar años asentados en nuestro distrito, el Restaurante Mara (Calle Céfiro, 7) se resiste un poco a ser encontrado por su ubicación, en un lateral del edificio Pórtico donde acaba de abrir el nuevo hotel OnlyYou. Sin embargo, los que van buscando el buen sabor del pescado y el marisco cocinado de manera tradicional y dejando a la luz la calidad del producto, saben que es una referencia.
Estuvimos el pasado domingo probando su carta llena de referencias al origen de los productos, en un salón rodeado de impactantes murales que recrean una Atlántida sumergida. Empezamos por algo que solo con decirlo ya suena a verano: coquinas. En Mara las preparan al limón, y aunque podrían correr el riesgo de que el limón se llevara por delante el delicado sabor a mar del molusco, la coquina sigue siendo la protagonista.
Continuamos con una cazuelita clásica de atún al ajillo que viene chisporroteando desde la cocina y sigue cocinándose en la mesa. Trozos de bocado de atún rojo que quedan impregnados del sabor del ajillo, sellados por fuera y jugosos por dentro. Con el ligero toque de la guindilla en el aceite y las láminas de ajo convertidas en unas crujientes chips. Buen comienzo.
Y en un sitio de Andalucía en el que sirven pescado, sin duda hay que probar el nivel de la fritura del Restaurante Mara. Ya que cada vez cuesta más verlos en las cartas, vamos a por unos boquerones victorianos, de los que resalta su frescura y su carne tersa, con un toque suave de rebozado crujiente y nada aceitoso. Para complementar, nos decidimos por los taquitos de corvina, muy jugosos, una ración bien servida y acompañada de unos calamares del campo, nuestra tempura antes de la tempura. Aunque nosotros pedimos eso de fritos, el resto de la carta es igual de apetecible: pijotas de Sanlúcar, acedias de trasmallo, ortiguillas y chocos de Chipiona, salmonetes de roca…
Por último, no nos podíamos ir sin probar algo de marisco. En esta ocasión optamos por un arroz con bogavante (pedimos para 2, comimos 4), que aunque tenía buen sabor y el punto exacto del arroz, echamos de menos un poco más de sabor en el caldo y que el bogavante no viniera partido en trozos pero con su concha aún, lo que dificultaba algo el comerlo.
Aún así, una buena experiencia y ganas de repetir en el Restaurante Mara para probar otras propuestas de su extensa carta, como los garbanzos con carabineros, el pargo de Conil o la urta a la roteña.