En estos tiempos que corren, con la escasez y las dificultades que estamos experimentado para poder acceder a un puesto de trabajo, es muy importante una vez llegada la oportunidad saber dar lo mejor de uno mismo en la entrevista de trabajo y conocer la manera más apropiada para afrontar la misma. Ahí van algunos consejos prácticos para afrontar con garantías una entrevista de trabajo o proceso de selección.
Antes de comenzar la entrevista
– Prepara tu currículum adaptándolo al puesto de trabajo al que quieres optar.
– Infórmate todo lo que puedas sobre la empresa u organización, especialmente de los valores y objetivos que persiguen.
– Prepara la entrevista teniendo en cuenta la información que aportas en tu currículum, ten en cuenta que el seleccionador/a también lo hará. Para ello puedes servirte de técnicas como el «Roleplaying» que consiste en hacer pequeñas interpretaciones sobre la situación que quieres practicar, realizando en el mismo intercambios de personajes. Esta práctica te permitirá entrenar sobre tus propias respuestas y sobre las situaciones y preguntas que el seleccionador/a pueda plantearte.
– Realiza un listado completo sobre tus puntos fuertes, conocerlos y recordártelos te darán ese punto de confianza que necesitas, así como tus puntos débiles para poder preparar argumentos que te permitan defenderlos.
– El buen manejo del estrés y la ansiedad es clave. Los días previos, especialmente si comienzas a sentir ansiedad, realiza ejercicio físico diario, evita comer en exceso y consumir sustancias excitantes como el café o los refrescos con cafeína, descansa adecuadamente y evita pensar continuamente en la entrevista de trabajo.
– Por supuesto no olvidar llevar una adecuada apariencia y no llegar tarde bajo ningún concepto.
Durante la entrevista
La primera impresión es de gran importancia, en los primeros 7 segundos de conocer a una persona se intercambia gran cantidad de información, principalmente no verbal. Pueden ayudarte los siguientes consejos:
– Saluda correctamente con un apretón de manos, sonrisa y mirada a los ojos trasmitiendo confianza y relajación.
– Espera a que te ofrezcan asiento, y cuando lo tomes, adopta una postura adecuada y relajada. Evita situarte ni muy lejos ni muy cerca del entrevistador.
– Controla los aspectos no verbales de tu conducta y gestos que puedan trasmitir nerviosismo y poca confianza.
– Deja que el entrevistador tome la iniciativa y la dirección de la entrevista.
– Cuida el aspecto formal de tu lenguaje, la falta de fluidez y profundidad del mismo es considerado como negativo.
– Muestra auténtico interés a las palabras de la persona que está entrevistándote y muéstrate simpático.
¿Cómo responder a las preguntas que se realizan?
– Di siempre la verdad.
– Adopta un lenguaje acorde a tu nivel formativo y al puesto al que aspiras.
– Responde de forma clara y concisa, siendo breve a no ser que el entrevistador requiera lo contrario.
– Es recomendable no hacer uso de expresiones tajantes o finalistas del tipo «nunca, siempre»; así como de muletillas verbales.
– Controla los tiempos al responder.
– Nunca hables mal de las empresas en las que hayas trabajado con anterioridad, enfatiza que tu paso por ellas ha sido un aprendizaje más para tu vida personal y profesional de la que como en todo en esta vida puedes sacar muchos aspectos positivos.
¿Qué actitud es aconsejable tomar?
– Piensa en positivo y confía en tus posibilidades.
– Muéstrate natural e intenta conectar con tu entrevistador.
– Transmite a la otra persona entusiasmo por tu profesión y por comenzar a trabajar con ellos.
– Presta atención en todo momento, sin perder detalle de lo que el entrevistador te cuenta o te pregunta. No tengas miedo de intervenir en los momentos adecuados con algún comentario o pregunta.
– Realiza preguntas sobre el puesto de trabajo, la organización, los valores de empresa, sobre las posibilidades de promoción… en definitiva muestra un interés verdadero hacia el puesto al que te presentas.
– Expresa tu agradecimiento por haberte tenido en cuenta y por el trato recibido durante la entrevista.
– Afronta la entrevista como una oportunidad para demostrar tu valía profesional, no pienses únicamente en el resultado, puesto que incluso si no accedes finalmente al puesto de trabajo, habrás tenido una experiencia más de aprendizaje personal, que a buen seguro en el futuro te servirá para mejorar.
Después de la Entrevista
Es importante tomarse un pequeño tiempo para reflexionar sobre la actuación, las sensaciones y los resultados de la entrevista. A modo de Feedback personal puedes realizar un listado de los puntos fuertes y débiles que has observado en ti mismo/a durante la entrevista y analizarlos. Considéralo como un «entrenamiento» que puede ayudarte para la segunda entrevista o para futuras entrevistas en otras empresas.
David Molina Balastegui, director del centro de psicología @Alboran_Sevilla