La promesa cumplida de la casa de San Bernardo

Dijeron que la reconstruirían idéntica, y así está siendo. La promesa se está cumpliendo en la casa de San Bernardo en la que Benito Zambrano grabó ‘Solas’.

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Estas viviendas son unas de las más representativas del arrabal de San Bernardo, porque son la puerta de entrada al barrio desde el puente neobarroco de Talavera. La historia arrancaba en el mes de abril de 2019, cuando comenzaba el derribo de la fachada de esta casa que llevaba años sumida en el abandono. Fue entonces cuando el derribo se convirtió en un tema de debate y las redes eran un hervidero de comentarios.

Aparte de la singularidad o estética que pueda tener este bloque de viviendas, se encuentra en el entorno próximo de un BIC como es la Real Fábrica de Artillería, por lo que las construcciones en esta zona deben gozar de un nivel de protección como marco de protección al monumento. De estas obras estaba planeado que saliese un edificio de tres plantas y un ático destinado a 8 viviendas. «La Gerencia de Urbanismo no ha concedido ninguna licencia de derribo ni de demolición en este edificio. No obstante se revisará si la actuación que se está llevando a cabo se ajusta a licencia”, decía el consistorio solo unos días después en un comunicado.

En San Bernardo llevábamos años viendo esta fachada apuntalada y con grandes estructuras a modo de corsé para mantener la integridad de la fachada. Así se encontraba cuando la Hermandad de San Bernardo pasó el Miércoles Santo del año pasado. Tras aquella polémica, hablamos con el arquitecto responsable de la obra y nos dio una explicación tajante: «le dije a la propiedad que había que meter mano a aquello inmediatamente, porque el voladizo podía caerse en cualquier momento a la calle». Y nos contó en primicia que esta casa sería reconstruida como una reproducción exacta a la que existía.

Ahora, la fachada está prácticamente terminada después del parón del confinamiento. Cuando hablamos hace un año con el arquitecto, nos contaba: «Hemos guardado dinteles y hierros de los balcones, elementos de la construcción que no estaban afectados para reponerlos una vez que empiece la reconstrucción». Los hierros, como puede apreciarse en la foto hecha ayer, ya están colocados en los balcones, las ventanas y la azotea. Las ventanas de la primera planta vuelven a tener sus vigas de madera coronándolas, y ya se ven las molduras de las ventanas de la segunda planta, idénticas a las que tenía la antigua casa. Incluso ya está puesto el zócalo de azulejos verdes y blancos en la separación de la planta baja con la primera planta.

El arquitecto además nos contaba hace un año que el estado del edificio se ha agravado por el uso de materiales deficientes en su construcción, algo que tuvo lugar entre los años cuarenta y cincuenta. «En este caso concreto no hay una buena inversión en materiales, todo está enfoscado y pintado, no hay una fábrica de calidad como pueden tener otros edificios de la misma época», explica. A eso se suman las transformaciones posteriores del edificio, como la eliminación de una escalera que conectaba el bar con la primera planta, afectando a la estructura del edificio. «Es un edificio que merecía la pena, y al principio propuse otra alternativa, pero los materiales empleados y el deterioro no lo permitían», cuenta Baleato. El arquitecto y la obra cuentan con el respaldo de los informes de Urbanismo y Patrimonio, que dieron su visto bueno a los trabajos.

En la esquina opuesta, otra antigua casa de San Bernardo acaba de ser rehabilitada y el resultado es satisfactorio: se respeta la estética de arquitectura tradicional. En los próximos meses veremos cómo termina la obra de esta casa de la polémica en la entrada de la calle Ancha. En esta ocasión, la promesa se está cumpliendo.

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