Hace ocho meses que la San Francisco Javier que conocíamos desapareció. Y ya se puede intuir cómo será la nueva.
Nos hemos acostumbrado a que una de las vías principales del distrito haya desaparecido. Al menos en cuanto a su uso se refiere. Hace ocho meses que comenzaron las obras de esta primera fase de la ampliación del tranvía, y cuando estas comenzaron nos dijeron que podríamos ver San Francisco Javier terminada para este mes de diciembre aproximadamente. A diez días de que llegue el último mes del año, no parece que eso vaya a suceder. Se dijo que el retraso en la llegada de la maquinaria o las dificultades para la llegada de suministros por la situación internacional iban a retrasar los trabajos, y así ha sido.
Lo que sí podemos ver es algunos detalles que ya van surgiendo y que nos dejan una imagen más real de cómo será esta avenida cuando todo acabe. El túnel es un pilar clave de esta obra: por él salvará el metrocentro la curva de Ramón y Cajal con San Francisco Javier. Si bien los muros laterales del túnel ya llevan levantados semanas, que aún el túnel no esté listo nos da una imagen de todo lo que queda aún para que podamos recorrer esta avenida sin ver montones de arena y una cárcel de vallas de obra.
Un carril bici que serpentea y alcorques solitarios
Uno de los aspectos que más ha sorprendido es el trazado del nuevo carril bici. Sí es cierto que este trazado no aparecía marcado en los planos a los que tuvimos acceso ni en los renders del proyecto, pero a muchos usuarios le ha sorprendido que el trazado no sea recto, sino que serpentee por la avenida en el tramo desde Eduardo Dato hasta Camilo José Cela. En este mismo espacio, y conforme nos acercamos a Eduardo Dato, vemos que no habrá alcorques corridos o parterres en el tramo final hacia el edificio de Huerta del Rey, sino que se distribuyen una serie de alcorques de tamaño normal y no alineados paralelos al carril bici. Tampoco hay doble hilera de árboles en ningún punto de este tramo, aunque viniendo de dónde veníamos, con cuatro arbolitos medio muertos puestos en maceteros, casi que tenemos que dar las gracias. La distribución es un poco extraña. ¿Puede ser porque por debajo vayan los suministros y no se puedan plantar más árboles pegados al carril bici? Lo desconozco. Sí que se están instalando ya en este tramo las vías para el tranvía.
Además, en el tramo entre esta última y Ramón y Cajal, la colocación de los bordillos que fijan el límite de la acera y los renders parecen indicar que el itinerario ciclista a su paso ante Sevilla 1 y Catalana Occidente estará prácticamente en el mismo lugar, aunque será algo más ancho. Esto sumado al lugar en el que se encuentran los árboles en esta zona, parecen señalar que el espacio para los peatones será el mismo que había, que a mi criterio era insuficiente.
En la acera de enfrente, en el tramo que va desde Fernández de Ribera hasta Ramón y Cajal, vemos delimitado el borde de la acera, que aquí sí se ensancha notablemente al desaparecer la vía de servicio. Pero aún no podemos vislumbrar cómo irán distribuidos los árboles ni el mobiliario urbano.
Los alcorques corridos y el corredor verde
En el tramo de acera entre Eduardo Dato y Sevilla 2 es donde podemos ver más cambios. Para empezar, no habrá doble hilera de alcorques corridos en el arranque de San Francisco Javier desde Eduardo Dato. Sí los habrá en la zona cercana a la calzada, pero en la parte más pegada a los edificios vemos alcorques normales y corrientes, no otra hilera de alcorques corridos como veíamos en el render. Queda la duda de si el espacio intermedio entre la arboleda tiene pavimento permeable o son cubos de granito como en la otra acera, pero para eso habrá que esperar. Me sorprende que en la otra acera no haya ese pavimento permeable, a menos que solo vaya colocado en la en el interior de los parterres corridos.
Volviendo a la acera de Sevilla 2, sí que apreciamos ya los parterres circulares y que esta zona va a ser un camino sinuoso entre espacios destinados a la vegetación. También la acera crece en esta zona, no teniendo que alojar el carril bici que va por la de enfrente. Por las curvas de los parterres, ya podemos imaginar también dónde irán los bancos semicirculares junto a ellos. Pero para eso, aún queda. En esta zona sí que los render nos mostraban que el suelo permeable con hierba penetrando por él solo va a quedar para la zona que rodea los alcorques, ocupando los cubos de granito el resto del espacio. También se puede comprender que sea por motivos de accesibilidad. Sí es cierto que, si esta zona junto a Sevilla 2 gana en vegetación, se va a ver muy extraña la reforma que se hizo de la plaza delantera de acceso al edificio hace unos años. Una plaza durísima en la que hoy solo hay veladores y ni siquiera una jardinera con flores.
Quedan muchas dudas sobre cómo irá el proyecto, y con el avance de las obras las iremos solventando. Por el momento, la zona más pegada a Eduardo Dato tiene luces y sombras.