Esta Nochebuena la policía y los bomberos tuvieron que actuar en nuestras calles por una fiesta sin licencia y unos contenedores en llamas.
En Nochebuena los servicios de Emergencias no descansan. Y hay gente que sigue dándoles trabajo a pesar de ser una noche familiar y de celebración.
Los primeros que tuvieron que acudir al barrio de La Buhaira fueron los policías de la línea verde. Los agentes vieron que un bar de la Avenida de la Buhaira había anunciado una fiesta de Nochebuena en sus redes sociales, por lo que se presentaron en el local para realizar una inspección. Se encontraron el bar abierto más allá del horario de cierre y con la música activada. Revisando el establecimiento, constataron que el bar no tenía licencia y tampoco extintores en caso de que se produjera un incendio. Por ello, esta misma noche procedieron al desalojo del bar y su precinto.
La Nochebuena para los bomberos tampoco fue tan tranquila como habrían querido. Pasadas las cuatro y media de la madrugada, una columna de llamas y humo despertaba a los vecinos de la calle Villegas y Marmolejo. Unos contenedores situados ante la puerta trasera del colegio de las Salesianas se encontraban envueltos en llamas. El testigo que avisó a los servicios de Emergencias de lo que estaba sucediendo, cuenta que el fuego ya estaba afectando a los naranjos y que se acercaba peligrosamente a los coches que se encontraban aparcados en esta calle. También cuenta que se cruzó con tres jóvenes que corrían alejándose del lugar del incendio cuando el fuego iba cogiendo fuerza. Esta mañana, el contenedor amanecía calcinado.
Antes de la medianoche, los bomberos ya habían acudido a apagar otro incendio, esta vez el de la ropa tendida en una vivienda en Kansas City, que se encontraba envuelta en llamas. Los bomberos no encontraron a nadie en la vivienda, por lo que apagaron el fuego desde la calle.