Noche sacramental entre tinieblas en San Bernardo

Corpus San BernardoComo cada 14 de septiembre, la Hermandad Sacramental de San Bernardo, una de las más antiguas de la ciudad, sacó por las calles del barrio su custodia. Una procesión llena de detalles que en esta ocasión no pasó por el interior de la Fábrica de Artillería por motivos de seguridad.

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Pasaban las nueve de la noche y el cortejo comenzaba a salir de la parroquia. Encabezaban el cortejo los niños carráncanos, con sus diademas doradas y sus encajes blancos. Tras ellos, un grupo de hermanos portaban cirios para servir de camino luminoso a la custodia de Ysaura, sencilla y austera.

El cortejo estrenaba este año recorrido: la prohibición de Urbanismo de surcar la nave central de la Fábrica de Artillería por seguridad había hecho a la hermandad tomar un camino insólito, en el que recorrió las calles Marqués de Estella y Portacoeli para alcanzar la avenida de Eduardo Dato y recortar la silueta de la custodia en el puente con la Giralda de testigo.

En el cortejo iban los hermanos, pero también la delegada del Distrito Nervión, Pía Halcón, que acompañó durante buena parte de la procesión a la corporación del barrio de los toreros. Al pasar por la puerta de la Fábrica de Artillería, por donde debería haber salido la custodia, nostalgia. El edificio se mostraba apagado y uno de los faroles luchaba por mantener la luz encendida, como si luchara por su supervivencia, al igual que el resto del inmueble, pidiendo una restauración para la que en breve se dará el primer paso con las obras urgentes que evitarán desprendimientos y asegurarán la estabilidad de las galerías.

El cortejo fue acompañado por los vecinos de San Bernardo en todo momento. Una masa de gente custodiaba el paso desde su salida hasta la entrada, ya casi alcanzando la medianoche, cuando las campanas de la parroquia volverían a sonar, luchando por elaborar una melodía más fuerte que las marchas de la banda de la Cruz Roja que acompañaba a la custodia.

Una noche sacramental en la que hasta el hermano mayor, Teodoro Mauriño, se estrenaba. Ya no era uno más como en el viacrucis de primavera hasta Santa Cruz, esta vez portaba su vara en la presidencia, heredada de José María Lobo, que ayer ocupaba un lugar discreto en el cortejo.

Puedes ver la fotogalería completa del Corpus de San Bernardo en nuestro Facebook.

R.N.

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