Tarde-noche para olvidar en el Antonio Puerta, donde las chicas adiestradas por Pablo Daza sucumbieron en el partido de ida de la segunda ronda de ascenso a Segunda división femenina en un encuentro en el que el acierto del bloque granadino decantó la balanza a favor visitante.
Tal y como ocurriera hace un par de semana ante el Martos FS, frente al que el Nervión cayera por 1-3 también el partido de ida pero de la primera ronda, el conjunto blanquiazul pecó de falta de intensidad, concentración y acierto ante un At. Monachil que se fue de Sevilla con un preciado botín.
Con poco fútbol, aferrado a la veteranía de su zaga y aprovechando todas las ocasiones de las que disponía, el bloque visitante llevó en todo momento la manija del marcador, llegando a disfrutar de un 1-4 que convertía un hipotético pase nervionense en utopía. Sin embargo, las nervionenses reaccionaron y gracias a su goleadora Saray lograron recortar distancias, si bien el quinto del At. Monachil colocan la remontada en complicada.
Y es que los dos goles de diferencia a su favor que obtienen las granadinas para encarar el partido de vuelta provoca que el Nervión se vea obligado a conseguir otra machada como la lograda hace una semana en tierras jiennenses, donde superaron al Martos FS por tres tantos de diferencia, mínimo resultado que necesitan para estar en la finalísima que da acceso a la División de Plata de fútbol femenino a nivel nacional.
La historia de la primera fase se ha repetido en el partido de ida, con lo que por qué no se puede repetir en el de vuelta. La calidad de las pupilas de Pablo Daza permite soñar con la proeza, por lo que nada está finiquitado.
A. González