Las cofradías tienen muchas formas de dar las gracias, y las medallas de oro de San Roque son un ejemplo de ese reconocimiento hacia aquellos que siempre tienen el hombro dispuesto cuando el prójimo pasa por momentos difíciles.
La corporación de la Plaza de Carmen Benítez, recién regresada a su templo desde el exilio mientras han durado las obras estructurales en su sede, ha concedido esta medalla a las monjas del Monasterio de San Leandro -que acogieron a la hermandad desde el cierre del templo en diciembre- y a la Hermandad de la Redención -que permitió a la hermandad salir de la Iglesia de Santiago el pasado Domingo de Ramos abriendo las puertas de su templo de par en par-.
En el caso de la primera medalla, los motivos dados han sido «la sin igual generosidad con la que nuestra Hermandad fue acogida tanto por las Madres Agustinas como por la Hermandad de la Redención, cuando el día 11 de Diciembre del pasado año de 2013 nos vimos obligados a desalojar nuestra sede canónica debido a los graves problemas estructurales que presentaba la cubierta del templo parroquial de San Roque».
R.N.
