Hace unos días conocíamos que cuatro trabajadores del centro Luis Braille, propiedad de la ONCE y situado en la calle Campo de los Mártires, estaban encerrados en el edificio y en huelga de hambre para evitar el cierre. Ahora han abierto una petición para recoger firmas contra la clausura.
La ONCE ha decidido desmantelar el centro de recursos educativos que tiene en Andalucía, con lo que se producen 11 despidos del personal del centro y el traslado de otros seis a muchos kilómetros de sus familias, según denuncia el Comité de Empresa. Además, comunican que a los 11 despedidos se les niega la indemnización justificando el fin de sus contratos como despido por objetivos. El Centro Luis Braille atiende a niños de toda Andalucía, Extremadura y Ceuta y Melilla. Es el gran centro de atención a niños con deficiencias visuales del sur de España, y sus trabajadores son maestros de educación especial en su mayoría. Atienden a casi 2.000 alumnos.
Los afectados por el cierre pretenden llegar a las 15.000 firmas para poder presentarlas ante la empresa y justificar la necesidad de un centro como este en pleno Nervión. En cuanto al encierro, la dirección del centro de la ONCE dio orden de apagar el aire acondicionado y de dejar solo el agua caliente. Los encerrados solo tienen acceso a un pequeño aseo, manteniéndose también cerradas las duchas del colegio. No se permite la entrada a los trabajadores si salen del centro abandonando el encierro, por lo que es la Policía la que facilita la entrada en el centro de la comida y los medicamentos necesarios.
En la petición, los trabajadores cargan contra Patricio Cárceles, delegado de la ONCE en Andalucía, diciendo que «este señor recibió el pasado 28 de febrero, la Medalla de Andalucía, la máxima distinción que concede el Consejo de Gobierno de la Junta, de manos del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y del presidente del Parlamento de Andalucía, Manuel Gracia. Así agradece este gesto creando meses más tarde más paro y pobreza en Andalucía».
R.N.