Más allá de nuestros límites del distrito podemos encontrar un boom de las cervezas artesanales, con su mayor exponente en la Fábrica de Taifa en el Mercado de Triana. Pero nuestro distrito tiene lo suyo. Te damos cuatro lugares para darse un homenaje y disfrutar de una buena cerveza artesanal.
La casa de Albero. La web y plataforma de gastronomía Infotapas lleva ya unas semanas organizando catas de cervezas Albero acompañadas de un buen cátering. Puedes estar atento de las catas de esta cerveza Albero en su propia web (suelen ser los jueves), y ya la han acompañado con delicias de ibéricos y con makis en un local de la Plaza Amalio García del Moral (a la espalda de Espinosa y Cárcel). La cerveza Albero no está filtrada ni pasteurizada, y es 100% sevillana.
Nombre italiano, cosecha de Sevilla. Para esta cerveza lo mejor es llevártela a casa y disfrutarla tranquilamente en la paz de tu hogar. Puedes adquirirla en el Club del Gourmet de El Corte Inglés de Nervión, y su nombre es Desiderata. Pero no te despistes, que esta cerveza es sevillana hasta la médula y parece que gusta, ya que se está expandiendo por toda la geografía nacional. Creada por dos hermanos de Mairena del Aljarafe, es una cerveza de tipo pilsner.
Sabor a flamenco antiguo. Como un palo de flamenco antiguo, Debla es la cerveza que puede degustarse en La Gallina en el Diván, el nuevo lugar de encuentro del arte con la gastronomía de Alejandro Collantes. Esta cerveza, nacida en Utrera y rápidamente expandida por la ciudad, ha llegado a Sevilla para que podamos paladearla. Son cervezas del tipo Ale de fermentación alta, y tiene una segunda fermentación en botella que le da una gasificación natural.
Tres españolas en la Buhaira. Hay un último lugar donde puedes probar hasta tres cervezas artesanas, aunque en esta ocasión no son de nuestra provincia. Nos referimos a la Abacería Antípodas, donde puedes degustar una Dougall’s venida de Cantabria, una atrevida Naparbier de Pamplona o la Edge, una cerveza fabricada en pleno centro de Barcelona.
Miguel Pérez Martín