Hace cinco meses denunciábamos el estado deplorable de la muralla de la Buhaira, cubierta de pintadas con spray carentes de ningún arte. Un mes después, el distrito limpió el monumento. A día de hoy, las pintadas han vuelto.
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Solo cuatro meses después de que el batallón de limpieza limpiara los muros de la Buhaira, vuelven a estar llenos de pintadas por una actitud incívica de esos sevillanos que no valoran la historia de los muros donde inscriben su firma con un aerosol.
Cerca de allí, el Puente de San Bernardo hace tan solo unas semanas vivió un proceso de restauración en el que se limpiaron sus muros también de pintadas de este tipo. Estaremos atentos a ver cuánto dura el puente con su esplendor recuperado.
R.N.
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