Las hojas secas que nos trae el otoño nos dan estampas bonitas en nuestras calles, pero también convierten en un peligro pasear por ellas.
Sucede en muchos rincones de nuestro distrito, pero hoy nos hemos querido fijar en la calle Marqués del Nervión, una de las arterias principales de nuestra zona. A raíz de la lluvia que hemos tenido en las últimas semanas, las hojas se han rendido a la fuerza del agua y el otoño se ha hecho más patente en nuestras calles.
Por eso desde hace unos días podemos ver una espesa alfombra de hojas en la calle Marqués del Nervión, donde los frondosos árboles que convierten esta vía en una galería vegetal en verano han desechado sus hojas de golpe. Las hojas caídas se han ido acumulando en los últimos días, y las aceras del tramo entre Eduardo Dato y Juan de Padilla y Ramón y Cajal se han transformado en una alfombra otoñal.
Lipasam es la encargada de recoger esta cantidad ingente de hojas cuando llega el otoño, que suponen un peligro por los resbalones que provocan estas hojas secas pero suaves que nos hacen patinar cuando caminamos. Llama la atención en ese tramo que hemos señalado -y al que corresponden las fotos- cómo los alcorques de un metro cuadrado están desbordados de hojas, y estas se unen con la alfombra de hojas resecas que se posan sobre la calle.
En ambas aceras, caminar se convierte en un peligro si llevas determinado calzado, ya que el pavimento se ha vuelto resbaladizo. Además, en una zona de alto tránsito por acoger un colegio como el San Miguel, cuya puerta está repleta de hojas. También las hojas taponan los husillos de la calle, lo que puede acarrear problemas si hay precipitaciones en las próximas semanas por el taponamiento de estos desagües. Una pista de patinaje que podría competir con la que se está instalando en el Prado de San Sebastián, solo que en esta no llevas patines y se convierte en un peligro, especialmente para las personas mayores.
