Los representantes de los grupos vecinales del barrio pusieron de manifiesto en la Junta Municipal de Distrito celebrada en la tarde de este pasado jueves su preocupación por el problema que genera entre los usuarios de bicicletas y el tráfico motorizado la situación de algunos semáforos en Nervión.
De este modo, la excesiva cercanía de algunos de estas señales de regulación de tráfico luminosas a las intersecciones en importantes vías del distrito resultan peligrosas tanto para los ciclistas como para los conductores de vehículos y motocicletas, que en ocasiones tienen un mínimo margen de maniobra para poder ver llegar, en esta caso, a los ciclistas.
Es el caso del paso de cebra y carril bici que cruza la Avenida de Eduardo Dato a la altura de la salida de la boca de metro en la intersección con Luis de Morales. No en vano, según apuntan desde las asociaciones, la cercana situación de estos pasos al giro a la derecha que realizan los vehículos procedentes de Luis de Morales hacia Eduardo Dato provoca que bien estos tengan muy poco tiempo de reacción ante la llegada de ciclistas “que van realmente rápido”, bien que se queden colapsados en momentos de gran afluencia de tráfico en la zona.
Por estos motivos, Antonio Luna, uno de los representantes de las asociaciones de vecinos, insta a que se actúe de la misma manera que se ha hecho en el otro extremo de Luis de Morales, a la altura del Hotel Lebreros, donde se ha retranqueado tanto el paso de cebra como el carril bici para dar al tráfico motorizado un mayor margen de maniobra al igual que una menor posibilidad de concentración de vehículos y el consiguiente atasco.
Sólo un ejemplo que sirva de muestra para que se actúe sobre todos los semáforos que estén en esas mismas circunstancias en el distrito nervionense.
Asimismo, se hizo referencia de forma puntual a otro semáforo, este situado en la calle Arzobispo Salcedo en la intersección con Marqués de Pickman. Una señalización sobre la que ponen de manifiesto no es visible para los peatones que suben por la propia avenida dejando la calle Arzobispo Salcedo a la izquierda (tal y como se ve en la imagen). En esta situación, el peatón no tiene visual directa con el color que tiene en ese momento el semáforo –que tampoco tiene regulador de peatones-, ya que está dirigido hacia los coches que suben por dicha calle hacia Marqués de Pickman.
Ante tal situación, se propone colocar un resalto en la propia vía de Arzobispo Salcedo unos metros antes de que el tráfico motorizado llegue al paso de cebra junto al semáforo o se actúe de cualquier otra forma para que esta circunstancia non resulte un peligro para la integridad física de los vecinos.
Alfonso González
