El buen hacer de la Policía Nacional evitó en la víspera de la final de la Copa del Rey que los disturbios en el entorno de Hernando del Pulgar se convirtieran en una batalla campal entre decenas de ultras. Se requisaron más de 60 instrumentos violentos, entre ellos armas blancas, puños americanos o garrotes.
Si los vecinos del entorno de Luis Montoto ya sintieron verdadero miedo en la madrugada de la víspera de la final de la Copa del Rey por los destrozos y disturbios, sobre todo en Hernando del Pulgar, fruto de un choque de ultras, la UIP evitó que el norte de Nervión se convirtiera en una batalla campal.
Según informó la Policía Nacional ayer en un comunicado, el seguimiento que se había hecho de la facción radical de seguidores del FC Barcelona Boixos Nois hizo que se pudiera prever lo que se estaba organizando en el entorno del Estadio Sánchez Pizjuán. Según la policía, los integrantes de Boixos Nois habían quedado con radicales del Betis -integrantes de United Family- para enfrentarse a un grupo de Biris Norte en las inmediaciones del estadio sevillista. Según el comunicado, la policía también tenía constancia del desplazamiento de miembros de Frente Atlético exclusivamente para este choque entre radicales.
Los ultras detenidos en la noche previa al partido en Nervión (23) eran todos del grupo barcelonista Boixos Nois. En esa operación, les incautaron armas blancas, defensas extensibles, puños americanos, pasamontañas e incluso un martillo. Y a esto hay que sumar más de 50 objetos que iban a ser utilizados como armas, tales como palos de madera, garrotes o gruesos cables.
R.N.
