La lluvia no sólo le ha aguado la Semana Santa a las Hermandades

perdidas por las lluvias

La Semana Santa 2013 no ha sido como la mayoría esperaba. Las condiciones climáticas y la fecha en la que está enclavada esta fiesta hace inevitable que alguno de los días haya riesgo de lluvias , pero en este 2013 la lluvia ha sido una constante. Es sabido por todos que las hermandades son las primeras afectadas por este problema pero hay muchos más colectivos que han mirado al cielo con desilusión  durante estos días. 

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«>En lo que llevamos del siglo XXI sólo dos semanas santas en Sevilla han podido lucir todos sus pasos en la calle, las que corresponden al 2001 y 2009. Este año la lluvia ha dejado dentro de su templo a 28 hermandades, dato que recuerdan con rabia y resignación tanto los hermanos de las cofradías como los comerciantes y dueños de bares y restaurantes de Sevilla. Nervión al día se ha acercado a hablar con los negocios ubicados zonas del recorrido de las hermandades de Nervión y la respuesta ha sido unánime «las lluvias en esta Semana Santa han supuesto unas grandes pérdidas».

En el barrio de San Bernardo, concretamente en la calle San Bernardo, Eduardo Carrasco, el dueño del bar ‘Sana Sana’, cuenta que el descenso de clientela «se ha notado una barbaridad». En este bar debido a la cercanía al templo de la Hermandad de San Bernardo, previeron que el Miércoles Santo tendrían clientela durante todo el día, por lo que hicieron cambios en la disposición del bar y se abastecieron de muchísima más cantidad de productos que otras veces. «Quité todas las mesas y puse una barra más larga con dos tiradores más de cerveza, compré 25 barriles, hicimos 1100 montaditos, cuatro kilos de croquetas, seis kilos de lagrimitas de pollo…y de todo eso se habrá gastado el 20 por ciento», se lamenta Eduardo. Esta situación también ha afectado al paro ya que, por ejemplo, Eduardo suele contar con 3 o 4 camareros normalmente y para ese día pensaba elevar esa cifra a 7.

Lo mismo nos cuenta Rocío Solís, que regenta el kiosko de la calle Campamento, muy cerca también del templo y recalca que «además de que este barrio no es muy movido y si encima cuando se llena de gente llueve, la gente se va y para mi negocio es una faena». Rocío cuenta que otros años no ha parado de tener clientela que acudían al kiosko a por botellitas de agua, pipas, gominolas… durante la espera de la Hermandad de San Bernardo.

Por la zona de la Hermandad de La Sed ha sucedido exactamente igual, la lluvia fue la protagonista del miércoles santo y sus cajas registradoras lo han notado considerablemente. Carolina Castaño, camarera de la ‘Cervecería la Esquinita’, frente al templo de la Concepción, cuenta que por la mañana si tuvo un poco más de público pero que por la noche, a la vuelta de la hermandad, es cuando se esperaba mayor afluencia y «aquí no había nadie».

perdidas por las lluvias

 

Más adelante, también en la calle Cristo de la Sed, en el bar de copas ‘Sinatra’, María del Mar Garay señala que «se ha notado muchísimo». «Por la  mañana debido a las vacaciones no venían los trabajadores de siempre a desayunar, y por la noche con la lluvia tampoco teníamos clientes, así que ha sido un desastre», comenta María del Mar. Aunque es un bar de copas, durante esta semana también ponen bocadillos y más variedad de productos, «otras semanas santas siempre estaba lleno, entre los cafés, los bocadillos para comer y cenar, además de las copas; pero este año el que ha venido ha sido por tomarse algo y no ha sido el público al que estamos acostumbrados».

Como puede comprobarse, el balance de esta Semana Santa es el que nadie esperaba, y las lluvias han aguado las fiestas a todos.

Laura Liñán

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