El partido de la Europa League que enfrentó anoche al Sevilla y el Oporto tenía los tradicionales dispositivos de movilidad, pero no fueron suficientes. Nervión vivió una tarde de colapso inexplicable que obligó hasta a desviar líneas de autobuses.
A partir de las siete de la tarde, ya podía sentirse el tráfico denso en Luis Montoto, en su cruce con Luis de Morales. El autobús del Sevilla a las puertas del Hotel Los Lebreros empezaba a aglomerar a los aficionados en la calzada de Luis de Morales, reduciendo los carriles para el tráfico rodado. Una hora después, era todo San Francisco Javier la que se veía completamente atascada, afectando a Diego Martínez Barrio, el cruce con Ramón y Cajal, Eduardo Dato, José Saramago y Luis Montoto.
Con las avenidas más importantes del distrito llenas de vehículos se hacía impracticable transitar por nuestras calles. A esto se sumó la llegada de los 1.200 aficionados del Oporto en autobuses a los aledaños del Sánchez Pizjuán: al menos 15 vehículos de estas características en las inmediaciones del estadio provocando también un caos absoluto que obligó a desviar todas las líneas de Tussam que pasaban por Eduardo Dato y el eje San Francisco Javier-Luis de Morales.
Durante el partido, el tráfico fue recuperando la normalidad y los autobuses venidos de Portugal se estacionaron en hilera en la Avenida Alcalde Juan Fernández. Una noche para olvidar si tenías que moverte por el distrito, pero que acabó con una dulce victoria y pase de fase para los rojiblancos.
R.N.