¿Rascacielos delante del estadio del Sevilla en torno a una gran plaza convertida en centro comercial con un hotel de cinco estrellas en plena Milla de Oro de la ciudad? Ese es el proyecto que soñó el arquitecto internacional James Stirling para el actual Nervión Plaza, y que hubiera cambiado para siempre la imagen del distrito.
Todo arranca allá por 1989. El solar ante el estadio Ramón Sánchez Pizjuán miraba ya a la Expo de 1992 y el Ayuntamiento de Sevilla quería convertir aquella zona en una zona comercial y moderna para los visitantes que vendrían tres años después. Sevilla quería abrirse a las ciudades europeas desde Nervión. James Stirling proyectó en aquellas 2,6 hectáreas de terreno altísimos edificios que incluían oficinas, un centro comercial coronado por un jardín en altura, un tremendo aparcamiento con 1.300 plazas y un hotel de lujo.
Muchos pensarán que aquel proyecto taparía el histórico mosaico del estadio pero lo cierto es que lo dejaba más al descubierto de lo que está ahora. Mirando el proyecto desde Luis de Morales, el escudo gigante quedaría enmarcado como lienzo central al fondo de una plaza circular abierta a la avenida y entre dos enormes edificios de oficinas. Esos dos edificios medirían unos 60 metros de altura y contarían con 13 plantas. A su lado, en la esquina con Eduardo Dato, un hotel de lujo con 250 habitaciones totalmente independiente del complejo, que se habló que iba a pasar a manos de la cadena Hilton.
Muchos en su día pusieron el grito en el cielo por la ausencia de zonas verdes, pero eso ya lo tenía pensado Stirling. El ayuntamiento y la legislación le exigían 24.000 metros de espacios libres, y el arquitecto, jugando con los jardines en altura y los laterales del estadio, ascendió los metros cuadrados para zona verde a 43.000, dejando por debajo el centro comercial, que incluía dos inmensos sótanos.
A partir de entonces, todo fueron problemas. No cuadraba el PGOU, ni había suficientes zonas verdes -porque se pedían que fueran a ras de calle, no en altura-, no se iban a cumplir los plazos y no iba a estar disponible para la Expo, el proyecto dificultaba la evacuación del estadio… Y finalmente el proyecto se desechó hasta que en 1998 se inauguró el Nervión Plaza, un centro comercial con menos altura que el estadio y que solo es eso: un centro comercial. El solar lateral del estadio tiene unas pequeñas jardineras, pero sigue siendo un descampado en el que los días de partido los camiones y los coches toman el albero. Lo que siempre nos quedará es la imaginación y soñar con aquel Proyecto Stirling que pudo ser y no fue.
*Texto realizado con documentación de ABC y Sevilla21
R.N.