El Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) celebra mañana viernes en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Hispalense, un pleno en cuyo orden del día figura una propuesta de resolución destinada a defender la «viabilidad» del dragado del Guadalquivir.
La profundización en la base del río que promueve la Autoridad Portuaria para el tramo navegable del río Guadalquivir está siendo objeto de polémica desde hace bastante tiempo, ya que muchas asociaciones declaran el estuario del río como un ‘tesoro ecológico’ que se encuentra amenazado. Por otro lado se encuentra la Autoridad Portuaria que alega que este proyecto mejora los accesos marítimos al puerto de Sevilla, activando la economía del puerto a empresas industriales y logísticas internacionales, creando multitud de puestos de trabajo y que reforzaría la actividad actual en Sevilla de los centros de producción.
El dragado de profundización del río Guadalquivir es un proyecto que cuenta ya con aproximadamente diez años de historia a sus espaldas. Lo promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla al objeto de que el tramo navegable del río Guadalquivir acoja la navegación de buques de mayor calado, pero encuentra una firme oposición en el sector agrícola de la comarca del Bajo Guadalquivir, que teme que un incremento de la salinidad acabe afectando a los cultivos de toda esta zona donde el sector primario juega un papel sencillamente imprescindible. La Autoridad Portuaria, no obstante, insiste en el proyecto y recuerda que la nueva esclusa del puerto fue construida precisamente como revulsivo para la actividad portuaria.
La propuesta de resolución que se presentará mañana insiste en la «compatibilidad» de este proyecto con la modernización del cultivo del arroz y avisa de que Sevilla puede sufrir nuevos cierres de industrias si no se resuelve el conflicto que rodea a esta iniciativa.
Los dragados de mantenimiento y conservación acometidos anualmente por la Autoridad Portuaria sobre el cauce vivo del río Guadalquivir están regulados por una declaración de impacto ambiental (DIA) que se remonta a 2003 y que autoriza este tipo de labores por un periodo de 20 años. El dragado de profundización, no obstante, requiere el beneplácito expreso de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El Consejo de Participación de Doñana también debe pronunciarse sobre el proyecto, si bien su posición no tiene carácter vinculante.
Recordamos que en la anterior legislatura, la propuesta elevada a la Administración central por la Autoridad Portuaria de Sevilla para el dragado de profundización fue desechada al entender el Estado que el dictamen de la Comisión Científica para el Estudio de las Afecciones de las Obras de Dragado del Río Guadalquivir, que resuelve que el dragado de profundización es incompatible con la conservación del estuario del río, es parte «inherente» a la propia declaración de impacto ambiental de 2003. Tal extremo, así, supuso el fin de aquel proyecto en concreto.
Actualmente, la Autoridad Portuaria ha elaborado un nuevo proyecto técnico para el dragado de profundización al objeto de licitarlo si finalmente obtiene los parabienes de las administraciones, toda vez que la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco), en la XXXVII sesión de su comité de Patrimonio Mundial, ha aprobado una resolución que da cuenta de las «amenazas» que sufre el parque nacional de Doñana, declarado reserva de la biosfera, señalando la «urgencia» de no permitir el dragado de profundización.
A cuenta del intenso debate público y político que rodea al dragado de profundización, el Consejo Económico y Social de Sevilla celebra este viernes un pleno para debatir el asunto. La propuesta que será elevada a debate y votación, da cuenta de la terrible situación socioeconómica que atraviesan Sevilla y su área metropolitana, porque «el puerto puede ser uno de los principales motores económicos» para superar las dramáticas cifran de paro, las deslocalizaciones empresariales y en general la crisis.
«Es necesario que se acometan las obras de mejora y modernización del río, ya que de ellas depende en gran medida el desarrollo económico de Sevilla», figura en la resolución, que aboga por «lograr la navegabilidad del río y que el cauce del río de Sanlúcar a Sevilla permita la circulación de barcos, tanto de carga como turísticos, conforme a la nueva esclusa», todo ello «aunando intereses». Porque el CESS no olvida la necesidad de «modernizar el sistema de riegos del Guadalquivir para el cultivo del arroz».
Para el CESS, en definitiva, son «compatibles» la modernización del cauce navegable del Guadalquivir como vía de comunicación y transporte y la conservación y mejora de los cultivos de la comarca del Bajo Guadalquivir, pues «existen medidas complementarias» para combinar ambos aspectos. «Desde el CESS, estamos convencidos de la viabilidad de este proyecto», concluye la propuesta de resolución sobre el dragado de profundización del río Guadalquivir.
Y es que, como también figura en la propuesta de resolución, la ausencia de respuestas a la actual situación socioeconómica de Sevilla y la falta de mejoras en el río Guadalquivir pueden motivar «el cese de la actividad en algunas industrias» más allá de las que ya han desaparecido en los últimos años. «Airbus, Renault, Portland Valderribas, Siderúrgica Sevillana, etcétera, han manifestado que su competitividad y la continuidad de sus planes industriales está vinculada a la disponibilidad de las mejoras de la navegabilidad de la Eurovía Guadalquivir.
R.N.