El Ayuntamiento de Sevilla ha calculado que el impacto económico de la Feria de Abril de Sevilla se cifra en unos 600 millones de euros este año. Pasada la semana de fiesta, se sabrán con exactitud si las expectativas se cumplen.
La feria de abril es motivo de bonanza económica para Sevilla. Aunque el consumo en la feria ha bajado desde que se inició la crisis en 2008, el impacto económico se estima en unos 600 millones. Además del dinero que se mueve en el Real durante la semana que dura la feria, esta fiesta supone la activación de otros ámbitos comerciales. Todo lo relativo a la confección de trajes de flamenca, tejidos, cazado, complementos; el mundo del caballo, cocheros y enganches y por descontado el incremento de trabajo para el sector de los taxis y el hotelero.
El delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, habló sobre las características de la portada, que mide 43 metros de altura, está adornada con 20.000 bombillas, pesa 250.000 kilos, su coste ha sido de 500.000 euros, y este año representa las dos torres de la Plaza de España de Sevilla. Además, la ausencia de lluvias permitió que ya el jueves pre-feria se empezaran a colocar los farolillos en las calles del real de la Feria.
El pasado fin de semana las 1.049 casetas -la mayoría privadas, salvo nueve municipales y de distritos- ultimaban los preparativos para tenerlo todo listo la noche del ‘pescaíto’,
Al contrario que otro años, las previsiones meteorológicas daban buen tiempo para la semana, lo que permite una mayor afluencia de visitantes y turistas a la feria. De hecho, la ocupación hotelera el pasado fin de semana en Sevilla rozaba el 90 por 100 y para la semana de feria está al 70 por 100 con posibilidades de incrementarse, según Gregorio Serrano.
Este año se mantienen las visitas guiadas que el Ayuntamiento de Sevilla puso en marcha en 2012 y en las que participaron más de 500 turistas, sobre todo extranjeros, para conocer con guías turísticos los rincones y costumbres de esta fiesta.
El movimiento económico que genera la feria no ha pasado inadvertido para Hacienda, que ha incrementado desde el año pasado los controles fiscales y también la Inspección de Trabajo, lo que el delegado de Fiestas considera que «no perjudica a nadie» porque se trata de que todos los trabajadores estén dados de alta y los dueños de las casetas cumplan sus obligaciones fiscales.
Asimismo, el delegado de Fiestas Mayores ha resaltado que este año recuperará su esplendor el paseo de caballos al haberse liberalizado las licencias con la concesión de 1.400 matrículas, aunque se calcula que a diario acudirán una media de 700.
R.N.