Encadenando tres derrotas consecutivas, el Nervión busca enderezar el rumbo en una complicada salida, el domingo a partir de las 11:00 horas, cuando se enfrentará a un Dos Hermanas en alza, toda vez que encadena dos triunfos consecutivos que le han llevado a igualar a los nervionenses con 10 puntos en la clasificación de Preferente.
Sobrepasado el exigente tramo que le ha llevado a jugar frente al Cerro del Águila (líder de la categoría), Albaida y Rinconada, el Nervión necesita recuperar sensaciones en esta novena jornada de campeonato a fin de no perder más terreno respecto a la zona alta de la clasificación y, lo que es más importante, no seguir acercándose a los puestos de descenso de categoría.
Para ello, el técnico del bloque blanquiazul, Antonio Rueda, seguirá contando con las bajas de Pitu, Pérez, Recio y Jarana, mientras que recupera a Cueto. Un buen número de bajas a las que no se ha unido definitivamente Rubio, por quien esta semana se ha interesado el San José (Primera Andaluza), pero que finalmente se decidió por seguir con el conjunto capitalino para seguir progresando como jugador.
Con el máximo goleador del equipo a disposición, Rueda pondrá sobre el Miguel Román de Dos Hermanas a Víctor, Dani, Cuba, Thais, Rico, Rubén, Finidi, Agustín, Pablo de la Torre, Adrián y el propio Rubio. Un once de garantías pero de extrema juventud que provoca cierta incertidumbre en el entrenador estepeño, quien confía plenamente en lo suyos, pero de los que piensa que su falta de veteranía está perjudicándole en ciertos momentos de la temporada.
En frente habrá un Dos Hermanas que, en palabras de su entrenador, lucha por el ascenso, por lo que se encuentra muy lejos de su principal objetivo. Un equipo conjuntado, en el que todos los jugadores van a una y en el que destacan Sebas y Recio en el ataque, mientras que Iván Seda maneja a la perfección a los suyos desde el centro del campo.
En definitiva, una nueva prueba de fuego para los de Antonio Rueda que no se pueden permitir más tropiezos si no quieren verse inmersos de lleno en el pozo de la tabla.
Alfonso González