A continuación os damos una serie de detalles que no debéis perderos cuando hoy salga el Cristo de la Sed por los 50 años de la Hermandad.
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- La voz del capataz Ricardo Almansa y los comentarios que va derrochando a lo largo de todo el recorrido, una manera de aprender la Historia de la hermandad, y los ‘vivas’ que suenan al unísono debajo del paso por parte de los costaleros de Nervión.
- Las gubias con las que talló Álvarez Duarte al Cristo de la Sed, y que irán este sábado sobre el calvario de flores a modo de recuerdo por su reciente fallecimiento.
- Las flores del paso, que en esta ocasión son rosas rojas y limonium morado, un exorno original y diferente al que solemos ver cada Miércoles Santo.
- La mirada de los pacientes de San Juan de Dios cuando el Señor de Nervión se coloque de frente al Hospital, en la plaza central.
- Las revirás, esas eternas revirás que acaban con un paso largo por parte de los costaleros y que son convierten cada esquina en una delicia.
- El canasto del paso, que está recién restaurado y que luce brillante y esplendoroso.
- El momento en el que el Cristo de la Sed mire a lo que queda de la Prisión Provincial, lugar al que comenzó haciendo estación de penitencia junto al Hospital de San Juan de Dios.
- La precisión con la que, tanto a la entrada como a la salida, se eleva y desciende el crucificado en el calvario de flores para poder salvar la puerta de la Parroquia de la Concepción.
- El repique glorioso de campanas que, como sucedió hace 25 años, sonará cuando el Cristo de la Sed cruce el umbral de la puerta para encontrarse con su barrio.
- En el canasto, las numerosas pinturas que se intercalan con las volutas doradas y, que en buena medida, representan escenas en las que el agua está muy presente. Esta hermandad tiene mucha relación con el agua como símbolo: el Cristo representa el misterio en el que le dice a sus verdugos que tiene sed, y la Virgen de Consolación tiene como símbolo la barca que representa a la Iglesia y su palio es entero una alegoría acuática.
- Los pies del crucificado, ya que es de los pocos cristos de Sevilla que está clavado a la cruz con cuatro clavos.
- El Cristo de la Sed tiene tres espinas clavadas en el rostro: una en una ceja, otra en la frente, y la última, en una oreja.
- La sorprendente altura a la que va el Cristo de la Sed en su paso, debido a que tanto el propio paso como la altura de la cruz se crearon pensando en que tenía que discurrir por anchas avenidas para llegar al centro, por lo que para compensar la anchura de las calles, debía ir más alto para estar equilibrado con el entorno.
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