Crónica: Mañana de fiesta en El Cerro camino de El Rocío

rocio cerro

Pasaban las nueve de la mañana cuando el simpecado de la Hermandad del Rocío de El Cerro salía por la puerta de la parroquia para ser entronizado en la carreta de plata. Comenzaba así el camino de esta hermandad populosa de nuestro barrio vecino. 

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Poco antes de las diez los primeros caballistas alcanzaban el Matadero para recorrer los escasos metros que la hermandad nos regala de tránsito por nuestro distrito. Al fondo, desde la Glorieta Bizco Amate que separa Hytasa de Ramón y Cajal, la carreta de plata se despedía de su barrio hasta dentro de nueve días, cuando vuelva a pisarlo. Para ello, la carreta ha dado un giro de 180 grados para volverse hacia el Cerro del Águila y despedirse, entre un clamor de aplausos.

Una vez consumada la despedida, los bueyes volvían a tirar de la carreta que olía a fruta y flores frescas mientras los romeros cantaban sevillanas rocieras tras el simpecado. Ha sido un año silencioso y atípico para El Cerro. La hermandad siempre es recibida en la mañana de su partida por los niños del colegio Ortiz de Zúñiga, que a las puertas del Matadero interpretan y bailan la Salve Rociera para despedir a las carretas. Hoy, al ser festivo por San Fernando, el colegio tenía sus puertas cerradas y la carreta de plata se ha quedado sin recibir el cariño de estos niños de Nervión.

Aún así, el sol y el buen ambiente ha acompañado a las carretas en su marcha hacia la aldea almonteña a través de Alcalde Juan Fernández, donde se han aglutinado los curiosos que querían ver a la primera de las hermandades sevillanas iniciar el camino hasta El Rocío. ¡Buen camino, vecinos! La semana que viene estaremos esperando vuestro regreso.

Miguel Pérez Martín

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