La Empresa de Limpieza Pública del Ayuntamiento de Sevilla (Lipasam), en colaboración con la Policía Local, se ha comprometido a redoblar los esfuerzos y a realizar actuaciones concretas con el servicio de Inspección para intentar solventar uno de los principales problemas que denuncian las asociaciones vecinales y los propios vecinos de la totalidad de los distritos de Sevilla, los excrementos de perros.
Después de que a principios de abril se iniciara una campaña de información mediante la cual se advertía a los propietarios de mascotas que serían multados en el caso de no recoger las heces de sus animales domésticos –generalmente perros-, a día de hoy, este gran número de heces depositados en las aceras de las calles sigue siendo el principal problema de queja del 75,5% de los vecinos.
Así lo descubre la última actuación que está llevando a cabo Lipasam en las últimas semanas a través de todos los distritos de la capital, con cuyas asociaciones se está reuniendo para conocer de primera mano qué es lo que preocupa a estos. Reuniones que recientemente se han producido en las zonas de Ciudad Jardín y Nervión después de visitar a colectivos vecinales de Rochelambert, Su Eminencia, Sevilla Este, La Oliva o Bami, zonas cercanas al distrito sur, donde se generó una gran polémica por este motivo.
En el barrio nervionense, tal y como ya aseguró en su día Manuel Sánchez, secretario de la Asociación de Vecinos La Concepción, este es un problema que, lejos de disminuir, aumenta con el paso de los meses debido, principalmente, al poco civismo existente en muchos de los dueños de mascotas. Y es que ni las sanciones –que se elevan a 200 euros- ni las placas disuasorias han acabado con este problema. Ahora, en un enésimo intento de concienciación, Lipasam está entregando a cada agrupación unas placas de advertencia a los propietarios de perros que no recogen las heces, en las que aparece una leyenda solicitando la colaboración, con el logo de la empresa de limpieza y la asociación vecinal de cada zona, junto al articulado de la ordenanza de limpieza que obliga a recoger el excremento y la cuantía de la multa.
R.N.