Una manera muy sencilla de mantenernos en forma de manera amena, así como de mejorar nuestro estado físico y nuestra salud, es caminar por la playa. Pero, ¿conoces sus beneficios? Aquí te mostramos cómo realizar esta actividad, para sentirte mejor y no caer en la pasividad de los días de verano.
Pasear a la orilla del mar, sobre la arena húmeda
Es el ejercicio ideal para todos, ya que lo pueden realizar tanto personas jóvenes, como mayores, en familia o con música, dar un largo paseo a la orilla del mar tiene muchos beneficios:
En primer lugar, el contacto del pie descalzo sobre la arena, hace que se active la circulación sanguínea, además si a esto le añadimos el vaivén del agua en los tobillos, se produce un efecto de descompresión, mejorando la hinchazón de las piernas y la sensación de piernas cansadas. Por tanto, este tipo de ejercicio es ideal para personas mayores con problemas de circulación periférica, como varices o piernas cansadas.
Por otro lado, al respirar cerca del agua salada, nuestras vías respiratorias se descongestionan, por lo que te ayudará si estas resfriado, o sufres alguna enfermedad obstructiva crónica.
Por último, se recomienda en el tratamiento de personas con problemas cardiovasculares ya que es un ejercicio de esfuerzo moderado que activa el corazón y hace que se entrene la resistencia al esfuerzo.
Andar en la arena seca
Este tipo de ejercicio es más recomendado para personas con un buen estado de forma, ya que es un ejercicio más intenso. Incluso puede verse como una progresión tras haber andado sobre la arena mojada.
Entre los beneficios de esta actividad, destacamos en primer lugar la tonificación de las piernas, que es mucho más intensa que sobre la arena mojada. Ya que hay una mayor resistencia que al caminar sobre un terreno estable.
Por otro lado, al ser un ejercicio más intenso, nos ayuda a mejorar la resistencia física al esfuerzo y realizamos un ejercicio cardiovascular de intensidad media. Por lo que es ideal si quieres mantener la forma física durante el verano.
Este tipo de ejercicio es bueno para la prevención de esguinces de tobillo y para su recuperación en la fase final de rehabilitación, ya que al tratarse de un terreno inestable, se entrena y fortalece la musculatura del pie, actuando como protector de los ligamentos dañados, y evitando por tanto nuevas lesiones.
Recomendaciones generales:
– Calentamiento previo antes de comenzar la actividad, sobre todo de las piernas.
– Estiramiento después de realizar la actividad: sobre todo de la parte de detrás de las piernas (gemelos e isquiotibiales) puedes hacerlo de pie, inclinándote hacia la punta del pie que tiene que ir hacia nosotros para así estirar la parte de atrás de las piernas.
– Tanto en arena mojada como seca se recomienda andar entre 30 y 60 minutos a un ritmo constante y al menos 3 veces por semana.
Algunas precauciones generales que debemos tener presentes son:
– No realizar esta actividad a las horas centrales del día o después de comer.
– Utilizar siempre protección solar y beber mucha agua.
– Controlar nuestro propio ritmo, es importante para las personas con problemas cardiorrespiratorios no llegar a sentir sensación de cansancio, sino ir progresando en el esfuerzo poco a poco.
Esperanza Dorado es fisioterapeuta y puedes encontrarla en @Espe_dorado
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