Antonio Rueda llega al final de temporada con la miel en los labios. Tras casi lograr el ascenso a Andaluza con el AD Nervión, el entrenador califica la temporada de ‘sobresaliente’ y ya está dándole vueltas a la temporada que viene para ser más ambiciosos . Tras un año de ensueño y con el bronce en las manos, el míster analiza estos meses de competición.
¿Cómo calificas la temporada que acabáis de cerrar?
De sobresaliente. Muchas dificultades al principio, no había equipo ni prácticamente nada que pudiera hacer pensar que íbamos a quedar terceros. La matrícula habría sido el ascenso, pero no ha podido ser.
¿Qué aspectos se han podido mejorar?
Hay cosas que quedan por cambiar, cosas que se han arreglado durante el año y cosas que no tienen solución. Por ejemplo, disponer de campo entero. Parece una tontería, que no lo es, pero nosotros jugamos con equipos de pueblos que tienen el campo entero los tres días en semana. Tienen un poco de ventaja sobre nuestra manera de entrenar. Lo que sí hemos cambiado durante el año es la madurez y la fragilidad defensiva. Lo que nos queda es ser más ambiciosos desde primera hora.
¿Ser uno de los equipos más jóvenes ha sido más una ventaja o un hándicap?
Al principio fue un inconveniente. Y a la edad de los jugadores hay que sumar el bloque de jugadores que firmamos en verano. Venían cuatro de un equipo, cuatro de otro, dos de oro, cinco o seis subían de juveniles… Solo cuatro continuaban del año anterior. Conjuntar todos esos subgrupos ha costado mucho trabajo. En su momento la juventud fue negativa porque estás jugando con gente de juveniles que están acostumbrados a jugar con gente de su edad y de repente los metes en un equipo nuevo a enfrentarse a rivales que les llevan diez años. Luego ha sido un lujo ver cómo han progresado esos jugadores, cómo el máximo goleador del equipo ha sido Cisco, que viene de juveniles del año pasado y no era ni delantero; o Pulet, que también venía de los juveniles.
¿Cómo creéis que habéis pasado de ser ese equipo que no sabía cómo iba a salir a ese equipo que mete goleadas de siete por partido?
Al principio también hubo goleadas, pero encajábamos muchos goles. Yo creo que aparte de madurez y cicatrices de guerra, hemos conseguido ser una familia, un grupo de amigos. Al principio había gente que no podían ni verse y al final han terminado siendo amigos, saliendo en pareja… La calidad la teníamos, pero nos faltaba esa conjunción.
¿Estaba preparado el Nervión para el ascenso si llegaba el momento?
Creo que sí. De hecho la inmensa mayoría de la plantilla va a renovar. Se harán dos o tres retoques, se dará baja a tres jugadores como mucho, pero estaremos preparados tanto para jugar en Preferente como para, si nos toca la lotería en verano, jugar en Andaluza.
¿Cuál es el papel del portero dentro del Nervión y de toda la temporada?
Víctor lleva un año en el club y ha sido uno de los capitanes, por lo que su papel ha sido importantísimo. Pero aparte de Víctor, también ha sido relevante el papel de Ángel, que ha aguantado durante un año ese rol de saber que era muy difícil que jugara semana tras semana. Yo que he sido portero, sé que eso es duro. Y Víctor ha tenido su papel, pero Ángel también ha tenido el suyo de no faltar a los entrenamientos, de no faltar a ningún partido, de animar y ser buen compañero… Y eso es muy importante. Y tener un portero como Víctor te da la tranquilidad de saber que tienes un gran portero bajo los palos, aunque cuando ha jugado Ángel hemos estado muy tranquilos en ese aspecto.
¿Y cómo es el ataque del Nervión?
Hemos sido el equipo más goleador y ha sido un lujo ver al equipo atacando. Ya no solo desde arriba, sino las llegadas desde atrás, de los laterales, los goles de cabeza en los corner de los centrales, los goles de segunda línea de los centrocampistas… Ofensivamente ha sido un espectáculo ver al Nervión. Y defensivamente también, pero desde la mitad de la temporada. Al principio creo que no nos enterábamos de que iba la historia: nosotros con el balón dividido el primer tercio de la temporada pecábamos de inocentes, de falta de experiencia. Cuando nos dimos cuenta que había que plantar cara, ganamos en agresividad y en fortaleza defensiva.
Lo mejor y lo peor de esta temporada
Lo mejor es el logro de un grupo humano como el que hemos conseguido con todos los inconvenientes y dificultades que hay en el fútbol modesto. El que ha faltado a entrenar ha sido por motivos familiares, de trabajo y demás. Es difícil que en el fútbol modesto a final de temporada estés jugando con los 17 jugadores que empezaste.
Lo peor, en el ámbito colectivo el no ascender. En lo personal, el partido ante el Morón en la primera vuelta. El trato no fue lo más correcto.
Sin embargo, ¿cómo fue la segunda vuelta?
Espectacular. Creo que había un récord del Pedrera de estar 15 partidos sin perder y lo hemos superado. Lo que pasa es que al final quedará que el Pedrera ascendió y nosotros no, pero simbólicamente hemos superado el récord con 17 partidos sin perder. Y la segunda vuelta sí ha sido de matrícula.
Esta temporada habéis sufrido muchas bajas y habéis necesitado tirar de jugadores de categorías inferiores. ¿Cómo ha resultado?
Piensa que el Nervión tiene los mejores jugadores de Sevilla en categorías inferiores sin contar al Betis y al Sevilla. Por tanto, cualquier jugador de los tres equipos de juvenil está capacitado para jugar en Preferente Senior. Me hubiera gustado contar con más juveniles a lo largo de la temporada, pero también si el Liga Nacional quiere ascender a División de Honor, tú no lo debes tocar o no puedes. Desde el momento que el Liga Nacional deja de tener probabilidades de ascenso y nosotros empezamos a tener opciones serias, subo a Alberto, que lo ha jugado todo y ya lo tuve en el tramo final del año pasado; ha estado Nano que le metió un gol decisivo al Cerro; Vita, Alberto Jurado, Javi… Hay algunos juveniles que son los mejores de Sevilla, por lo que no desentonan.
¿Cómo miras a la próxima temporada?
Con mucha ambición, porque en teoría la plantilla va a seguir casi igual y tenemos que aspirar a lo máximo desde el primer día. Nos vamos a enfrentar con la incertidumbre de qué harán los otros equipos, sobre todo los de pueblo, que en determinados momentos suelen tener bastante potencial económico y respaldo de los ayuntamientos. Pero debemos de ser uno de los aspirantes al ascenso.
¿Cómo se ve el Nervión en el contexto del resto de los equipos de su grupo?
Tengo dos anécdotas que cuento mucho. Cuando llegué aquí, me dijeron que lo que hiciera en el Nervión, bueno o malo, lo iba a saber todo el mundo. El Nervión es un escaparate para jugadores y para entrenadores. Raro es el día que no vienen ojeadores o entrenadores de otras categorías. Y, por otra parte, hay mucha gente que habla mal del club desde fuera, pero te das cuenta de que lo que pasa es que están deseando entrar. Esa envidia sana la vives allá donde vas.
¿Qué tipo de jugador crees que le hace falta al Nervión?
Pues los nombres están pensados e incluso alguno de esos tratos está muy avanzado. Partiendo de lo que pensamos que se nos puede ir, vamos a intentar reforzar con uno o dos centrales, un mediocentro y dos jugadores de banda. Arriba, si todo sigue bien, no nos planteamos firmar a nadie, salvo que se nos ofreciera algún regalo. Y el que venga tiene que saber que viene en desventaja con los compañeros que ya están aquí. Luego el tiempo los pone a cada uno en su sitio, pero no se me pasa por la cabeza que Finidi no comience siendo titular, que Víctor Colchero, Recio o Thais no sean titulares.
¿Qué tenemos por delante?
Para mí uno de los momentos más importantes del año es este: la planificación. El año pasado echamos en la oficina un montón de horas, vinieron a probar más de 60 jugadores y solo se quedó uno. Este año van a tener que traer referencias y vídeos para que los veamos, sobre todo porque tenemos la plantilla casi cerrada. Invertimos mucho tiempo en esto porque pienso que lo que siembres ahora, lo vas a recoger después.
Miguel Pérez Martín