No es la primera vez que pasa ni la primera asociación que se ha arremangado para luchar por los árboles que se fueron o los que aún no han llegado. La plataforma Salva tus árboles, al igual que otros lo hicieron antes, han conseguido reunir en una misma plataforma a particulares y grupos que quieren más verde en las calles. Hemos hablado con ellos.
«Nuestra plataforma tiene gente que está en Ecologistas en Acción o la Red Sevilla por el Clima, y aunque esas asociaciones se dedican a una amplia variedad de temas, en la nuestra nos centramos en la defensa del arbolado», dice Joaquín Guerra, portavoz de la plataforma. En Salva tus árboles hay gente que proviene de muchos ámbitos y que se han reunido en esta entente para sumar fuerza ante lo que consideran una mala gestión del arbolado en la ciudad. Una muestra son esos grafitis que se pueden encontrar en calles como Marqués del Nervión en los que junto a alcorques vacíos se lee «Espero un árbol». En otras zonas, directamente sobre el tocón del árbol talado, otra pintada dice «Te di aire y sombra». En Eduardo Dato son carteles que penden de los árboles y en los que los propios ejemplares piden respeto y buen trato.
El caso de las melias del Mercado de la Puerta de la Carne
Desde hace unos días se habla en redes de la eliminación de 11 árboles en la plaza trasera del Mercado Puerta de la Carne, actualmente en obras para convertirlo en un espacio gastronómico con actividad cultural. Desde el consistorio, el delegado de Urbanismo Antonio Muñoz defendió en el pleno que estos árboles no se van a eliminar sino «a sustituir». «A veces la rehabilitación, la explotación, la puesta en marcha de un edificio de esas características conlleva el sacrificio de once árboles. Pero les puedo asegurar que serán más de 11 árboles los que se van a colocar», explicaba Muñoz a una pregunta de esta asociación a través del turno de preguntas de la también asociación Ecourbe.
Desde Salva tus árboles difieren: «Se hace un uso y abuso de una plaza pública para poner debajo cerca de 500 metros cuadrados de unas instalaciones técnicas del mercado, cuando como decimos en nuestro escrito, la parcela catastral del mercado no incluye la plaza. Entonces, a pesar del beneplácito de la comisión provincial de Patrimonio y de todos los beneplácitos que pueda tener, eso no quiere decir que esté bien. Eso es coger una plaza pública para un negocio privado», dice Guerra. En respuesta a ello, Muñoz defiende que «esto no es un capricho del proyectista» y que es «un proyecto que se ha gestado durante siete años y que ha tenido un periodo de alegaciones».
«El proyecto primitivo solo tenía una pequeña parte subterránea justo debajo del mercado, muy centrada. Después hubo un modificado y se tomó un tercio de la plaza, y en los cambios definitivos ya se ocupaba la plaza entera. Nosotros hemos analizado el proyecto, yo soy ingeniero y tenemos más ingenieros y arquitectos en la plataforma, y le tendimos la mano al ayuntamiento para integrar esta superficie en el edificio y hacer compatible esa plaza arbolada con el proyecto del mercado. Pero esa mano tendida no la han querido coger», lamenta Guerra, que dice que «al final una plaza pública se convierte en una zona con terrazas y veladores más».
Los árboles talados en Almutamid
Otra de las cuestiones referentes a la masa verde en nuestro distrito es la tala de una hilera de árboles en la calle Almutamid. El PP fue uno de los que denunciaron la tala de árboles en esta vía que según los populares ascendían a 37. La delegada Inmaculada Acevedo les contestó lo siguiente: «Todas las actuaciones de los servicios municipales sobre el arbolado se han realizado siguiendo criterios técnicos como siempre. Sólo se interviene cuando se detectan problemas de seguridad, abriendo el correspondiente expediente y tomando las medidas oportunas en cada supuesto”. Y subrayó que cualquier árbol que haya tenido que ser retirado por motivos de seguridad será repuesto y que ya se ha abierto expediente para ello.
Respecto a este tema, no cuestionan desde la plataforma que existiera peligro por algunos ejemplares para las casas cercanas, pero creen la acción excesiva. «Yo no puedo descartar que exista riesgo para dos o tres casas, pero… ¿toda la calle? Y si nos vendieron que los 400 árboles que se talaron en julio eran los últimos de la campaña de evaluación de riesgos. ¿Esto cuándo va a acabar? Yo entiendo que sobre la marcha puedan ir apareciendo dos o tres árboles más en mal estado, pero este mes llevamos cerca de 70 árboles más. Y eso que ahora por lo menos hemos conseguido que se publiquen las fichas de apeo antes de talarlos», explica Guerra.
La polémica del Catálogo de Protección de Nervión
Otro de los temas que llevamos arrastrando durante meses es la de la elaboración del Catálogo de Protección del barrio de Nervión. Un catálogo que para el consistorio estaba terminado con la inclusión en este documento de 69 inmuebles y que la asociación ADEPA (Defensa del Patrimonio de Andalucía) criticó hace tan solo unos días considerándolo insuficiente, por lo que tanteó a los partidos políticos de la oposición para saber si los apoyaban en el rechazo al catálogo. Finalmente, la votación del documento en el pleno para su aprobación ha tenido que ser aplazada por el gobierno municipal.
Desde el consistorio proponían a ADEPA que apoyaran el catálogo actual y que, en un futuro, se trabajara en una ampliación del mismo con estos 69 edificios ya protegidos. «Según nos ha contado Joaquín Egea -presidente de ADEPA-, una vez que se aprueba un catálogo se queda consolidado. Y acto seguido se permiten los derribos y se conceden las licencias de obras. Nervión ha tenido la suspensión cautelar de un año de todas las licencias de obras porque se levantó este tema y se consiguió, después de mucha lucha, detener la destrucción del patrimonio regionalista de Nervión», explica Guerra.
Pero una de las reclamaciones de ADEPA y a la que se ha unido en colaboración esta plataforma es la inexistente protección del modelo de Ciudad Jardín con el que Aníbal González concibió esta parte de nuestro distrito. El lema de aquel proyecto del arquitecto era: «Cada familia, una casa. Cada casa, un jardín». Y además, unos jardines particulares que tenían una prolongación en los espacios públicos de las calles con bulevares y jardines, algo que no llegó a producirse.
«El temor era que se incluyeran 60 edificios y los otros se puedan demoler. El objetivo es parar esto y volvernos a sentar. Que desaparezcan las casas jardines de Nervión, como están a punto de desaparecer en Heliópolis y están muy mermadas en El Porvenir, va en contra del modelo de ciudad verde y sostenible que queremos. Cuando Adepa nos propuso apoyarlos, nos pareció muy razonable. Nos parece totalmente compatible con nuestra lucha, y la conservación de la Ciudad Jardín es completamente afín a nuestros ideales», concluye Joaquín Guerra.
Miguel Pérez Martín