Hoy toca hablar de un componente básico en nuestra alimentación, lo que lo convierte en un elemento básico en nuestra salud y nuestra evolución. Hoy hablaremos del Agua.
El agua bien es sabido que es el elemento fundamental de nuestra salud. Como bien se sabe el agua forma, o debe formar, alrededor del 75% de nuestro organismo. Digo debe, porque en la mayoría de personas que componen nuestra sociedad, no es este el caso.
Mi experiencia me dice que cuando a una persona, por norma general, se le transmite que tiene un porcentaje de agua menor al que se entiende como saludable, lo primero que hace esta es consumir agua la semana siguiente en cantidades muy abundantes. Es cierto que por norma general en nuestra sociedad el consumo de agua recomendado, 2-2,5 L. de agua diarios, se desatiende a la hora de seguir una rutina diaria de vida, y que esta cantidad no suele ser el consumo normal de la sociedad.
Pero esto no quiere decir que si consumes 6 litros diarios al día tu cuerpo vaya a regularse. Se debe consumir el agua recomendada, si se consume en cierta medidas más agua de la recomendada no pasaría absolutamente nada.
Hay que resaltar que lo que se ha comentado con anterioridad, son los hábitos que debe seguir una persona sana y que lleve una vida normal. Cuando existe algún tipo de problema de salud que interfiera en el consumo de agua o en el caso de la actividad física, las cantidades a consumir de agua variarían notablemente.
Retomando el tema de las cantidades del consumo de agua y el porqué a veces por beber más agua no se aumenta dicho porcentaje, está íntimamente ligado a mi anterior artículo en este periódico, artículo en el que hablaba de composición corporal y explicaba la relación masa grasa-masa muscular. Esto se debe a que hablamos de porcentajes corporales cuando nos referimos la cantidad de agua saludable (75% de nuestro cuerpo). A esto hay que apuntar que la masa grasa no contienen nada de agua, su composición es exclusivamente grasa. Mientras que en la composición del músculo el aguan tienen un papel primordial, ya que esta representa alrededor del 72% del total de su composición. Por tanto a mayor cantidad de grasa y menor cantidad de músculo, menor será el porcentaje de agua que nos encontramos y viceversa.
Por último apuntar, que la sensación de sed no es indicativa de que sea el momento de beber agua, sino que estas es indicativa de que ya estamos deshidratados. Por tanto, se puede decir que la sensación de sed es una señal de alarma más preocupante de lo que es entendido por la sociedad, ya que la deshidratación o mala hidratación de un organismo puede acarrear problemas de salud.
Se debe saber que nuestro medio celular es un medio acuoso, por tanto si sentimos sed, quiere decir que tanto el medio como nuestras células no funcionan correctamente, por consiguiente a raíz de ahí es cuando se pueden empezar a producir algunos fallos en el organismo.
Por tanto, con esto pretendo concienciar de que a pesar de no tener sed, una persona sana que lleve una vida normal debe consumir entre 2-2,5 L/día de agua. Mientras que en la actividad física una constante hidratación nos favorecerá a un correcto funcionamiento del organismo, una pronta recuperación y un mayor rendimiento.
Pablo Vélez es nutricionista y dietista y puedes encontrarlo en @NDencasa