Esta semana hablaremos de una de las intolerancias que más se está viendo aumentada en la sociedad actual, la celiaquía. Siendo esta la enfermedad crónica intestinal más frecuente en nuestra población.
Esta enfermedad se puede nombrar de varias formas: enfermedad celiaca, celiaquía o intolerancia permanente al gluten. La clínica de esta enfermedad se suele presentar mediante una reacción inflamatoria de base inmune en la mucosa del intestino delgado, la cual produce una atrofia en las vellosidades intestinales, dificultando de esta forma la absorción de macro y micronutrientes.
Existen diferentes tipos de enfermedad celiaca, ya que como se ha indicado con anterioridad, se suele presentar mediante una reacción inflamatoria de base inmune en la mucosa del intestino delgado, pero no siempre es así.
– Sintomática: Es la celiaquía en la que todas las pruebas resultan positivas para la enfermedad celiaca.
– Subclínica: En este tipo de celiaquía no existen ni síntomas ni signos, aunque las demás pruebas son positivas para la enfermedad celiaca.
– Latente: Es el tipo de enfermedad que no presenta ningún síntoma ni signo y a mucosa intestinal no está atrofiada. En este caso hay dos variantes.
o Personas que fueron diagnosticadas de celiaquía en la infancia y que tras seguir una dieta con gluten, se “recuperaron” y siguen en el presente una dieta normal.
o Personas que tras comprobar que sus vellosidades están sin lesión, a la larga empiezan a presentar síntomas.
Una vez explicada los puntos más importantes de la enfermedad celiaca, es importante saber qué es el gluten y donde lo podemos encontrar. Pues bien, el gluten es una proteína con función estructural que se encuentra en la cebada, el trigo, el centeno, la avena y el triticale.
Los síntomas más frecuentes en una persona celiaca son: perdida de apetito y por tanto a la larga pérdida de peso, diarrea crónica, alteraciones del carácter, distensión abdominal y una consecuencia de todo esto que se puede dar en niños es el retraso del crecimiento. Como bien se ha mencionado con anterioridad, estos síntomas no tienen por qué aparecer siempre, aunque si que es lo más habitual.
El tratamiento para esta enfermedad es sencillo y claro, seguir una dieta exenta de gluten a lo largo de toda la vida. Afortunadamente en el mercado cada vez hay más productos adaptados a las personas que sufren esta enfermedad, lo que les hace ir mejorando poco a poco su calidad de vida.
Pablo Vélez es nutricionista y dietista y puedes encontrarlo en @NDencasa