Ya no será el parque maldito. Esta mañana de miércoles a las 12.00 Juan Espadas abre la cancela de la zona verde de Nervión. Después de retrasos y más retrasos la hora al fin ha llegado bajo un cielo encapotado.
El Parque de la Ranilla ha constituido la historia de un retraso perpetuo. Comenzado por Monteseirín y continuado por Zoido, al fin ha sido Espadas el que abra las puertas del parque a los vecinos. Se llevaba prometiendo su apertura desde octubre de 2005, pero los continuos retrasos han ido postergando la fecha.
Esta zona, que incluye la antigua cárcel provincial y una alegoría metálica para recordar las antiguas naves de la cárcel en la que hubo numerosos presos políticos durante la Guerra Civil, tiene fuentes y juegos para niños y una peculiar construcción con elementos de mármol y explanadas de césped.
Tras manifestaciones de los vecinos, cansados de promesas, el sueño del Viejo Nervión se ve hoy cumplido. Los niños ya pueden (siempre que no llueva) llenar de risas un parque en cuyos terrenos en otro tiempo solo sonaban las lágrimas.
R.N. / Foto: Antonio Aranda