Primeras iniciativas para 75 años de coronación en San Roque

La Hermandad de San Roque mira a la corona de Gracia y Esperanza para el primer gesto de los 75 años de la coronación.

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Sin salidas extraordinarias, sin ir a la Catedral y sin ni siquiera reconocimiento oficial hasta muchos años después. Así fue la coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza de la Hermandad de San Roque, un momento al que se llegó tras un robo infame. El año que viene se celebran los tres cuartos de siglo de este momento y la hermandad ya trabaja en los actos para conmemorar aquel feliz momento.

La primera de las iniciativas publicadas tiene como centro la corona de la dolorosa. La corona está incompleta, sobre todo en la parte posterior y en los remates de las estrellas, por ello la corporación ha lanzado un vídeo en el que se solicita la colaboración de los hermanos para terminar esos detalles de la corona de cara a los festejos de los 75 años de la coronación, que se cumplirán el 23 de marzo de 2022. Poco a poco se irán desvelando el resto de los actos y cultos que la hermandad está preparando para el año que viene. [Sigue leyendo debajo del vídeo]

El robo del archivero y el Cardenal Segura

Todo comenzó con un robo en una noche de enero de 1946. Fue un ayudante del párroco de San Roque y encargado del archivo el que aquella madrugada se llevó la corona de la Virgen de Gracia y Esperanza, además de otros objetos de valor de la parroquia. Perseguido por la policía, al día siguiente se entregó y dijo que había tirado la corona al río, pero nunca se encontró. Aquella semana santa, la dolorosa de San Roque salió en su paso de palio sin presea, solo con una sencilla corona de rosas y nardos en su cabeza. [Lee la historia entera del robo aquí]

A raíz de eso, el párroco de San Roque convocó a la feligresía y, entre todos, lograron dar vida a la corona que actualmente porta la dolorosa. En marzo del año siguiente, el Cardenal Segura se encontraba en la parroquia de la Plaza de Carmen Benítez para imponer la corona a Gracia y Esperanza. Hizo suyas unas palabras de San Pablo mientras la coronaba: «Por eso destruyeron este templo y se ha levantado otro mejor; profanaron el sagrario y hubo una saludable reacción y se ha hecho otro mejor; destruyeron la corona de la Virgen, y hoy le imponemos otra mejor…».

Un cardenal imponiendo una corona a una virgen. Esto sentó precedente, pero no fue hasta los años noventa cuando el Cardenal Amigo reconoció que la Virgen de Gracia y Esperanza, en aquel momento, había sido coronada canónicamente. Una coronación sencilla y casi sin querer. Eso sí, se toma como fecha de la coronación canónica la de los años 90, cuando fue reconocida como tal. Si se tomara la de 1947, la Virgen de Gracia y Esperanza sería una de las primeras vírgenes coronadas de Sevilla.

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