Ahora que comienza la Semana de la Arquitectura, hemos querido que des uno de nuestros paseos por Sevilla, pero basándonos en 12 edificios imprescindibles para comprender la historia de la ciudad a través de sus inmuebles civiles, militares y religiosos. Ponte calzado cómodo que comienza el paseo.
Antiqvarium
Nos sumergimos en los orígenes de la ciudad. Reza una antigua placa sevillana: Hércules me edificó/Julio César me cercó/De muros y torres altas/El Rey Santo me ganó/Con Garci Pérez de Vargas. Hasta esa fundación de Hércules, leyenda que da a la ciudad un entorno mágico desde sus inicios, es fácil desplazarse si visitamos el Antiqvarium de la Plaza de la Encarnación. Allí podemos encontrar un museo interactivo y muy interesante con pantallas en el que nos explican al detalle aquel barrio de casas que van desde el siglo I al VI.
Reales Alcázares
El Alcázar es como una joya revestida de altas murallas. Son esas murallas exteriores de aspecto tosco y gran altura las que evitaron que Sevilla fuera tomada por los vikingos. Comenzado a construir en la Alta Edad Media, este edificio Patrimonio de la Humanidad recoge desde la arquitectura árabe de los emires de Isbilia -de la que queda, por ejemplo, el Patio de la Montería- hasta las riquísimas estancias mudéjares auspiciadas por el Rey Pedro I el Cruel.
Torre de Don Fadrique
Dicen que la torre -construída en 1252- ocultó una historia de amor prohibido: la del hermano del rey Alfonso X el Sabio con su entonces madrastra, viuda del rey Fernando III. Era el nido de amor de los amantes. Poco hay de verdad en la torre, de estilo románico que se encuentra hoy día dentro del Convento de Santa Clara. Es heredera de una etapa en la que se temían invasiones musulmanas, pero desde su alzamiento casi no ha tenido uso.
Iglesia de San Marcos
Es uno de los ejemplos del mudéjar mejor cuidados de la ciudad, en plena calle San Luis. Forma parte de un eje de iglesias hermosas del mismo estilo que empieza en San Gil y acaba en Santa Catalina. San Marcos es una joya porque, a pesar de ser construida en el siglo XIV, es la menos transformada de las de su estilo. Destacan su imponente torre, la limpieza de líneas de sus naves y la prodigiosa portada de piedra.
Catedral
¿Cómo resumir en un párrafo lo que entraña el templo gótico más grande del mundo? La Santa Iglesia Catedral empezó a construirse en 1401 pero sus trabajos durarían, con ampliaciones y reformas, hasta 1928. No mentían los ambiciosos canónigos cuando dijeron: «Hagamos una iglesia tan hermosa y tan grandiosa que los que la vieren labrada nos tengan por locos». La catedral es una locura de belleza y un prodigio de gótico tardío revestido de una técnica arquitectónica prodigiosa.
Casa de la Moneda
En el corazón del Arenal, este edificio recogió en sus días toneladas de monedas de oro y plata. Era el nexo entre la Sevilla rica y la América prometedora. Sus reformas van del siglo XVI al XVIII e incluyen una majestuosa portada en piedra que da paso a calles estrechas y a unas viviendas que hoy día son un sueño para cualquier sevillano. Muy deteriorada, la Casa de la Moneda espera una restauración integral que parece no terminar de arrancar.
Real Fábrica de Tabacos
El edificio imponente del actual rectorado de la Universidad de Sevilla es solo superado en tamaño en España por el Monasterio de El Escorial. Acogió la primera fábrica de manufactura de tabacos de Europa y los pícaros que la rodeaban tras el foso inventaron aquí los cigarrillos. En este inmueble observamos referencias renacentistas, aires herrerianos en la distribución y detalles barrocos en las portadas y en los patios interiores. Déjense sorprender por sus interminables galerías y sus descomunales escalinatas.
La Cartuja de Pickman
Primero monasterio y luego fábrica de loza -de lo artesanal de Triana a lo industrial de la Cartuja-, la Cartuja que acogió la fábrica de Pickman es una joya en sí misma. Levantada durante los siglos XV y XVI, no fue hasta mediados del siglo XIX cuando un empresario de Liverpool llegó a Sevilla para convertirla en lo que es ahora. La revistió de loza y le devolvió el esplendor, y la coronó de hornos que hoy son emblema del monasterio que acoge el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
Puente de Triana
Olvídense de la leyenda urbana de que el Puente de Triana es obra de Eiffel, porque nada más lejos de la realidad. hecho como réplica del Puente del Carrousel de París, hoy desaparecido, el puente que lleva al Altozano fue levantado a mediados del siglo XIX por los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet. Sustituye al antiguo puente de barcas que ayudaba a los sevillano a cruzar al arrabal, y fue remodelado en los 70, cuando los arcos dejaron de ser un elemento estructural y pasaron a cumplir su función ornamental.
Edificio Coliseo
La historia del Edificio Coliseo, en plena Avenida de la Constitución tiene algo de turbio y de desgracia -se encontró amianto en sus paredes lo que provocó su cierre durante un tiempo, después de años olvidado-. En un principio fue construido como teatro, de hecho hoy podemos observar aún sus taquillas de forja en el exterior, y forma parte de la arquitectura regionalista de la ciudad de principios del siglo XX. Obra de los hermanos Gómez Millán, en los setenta se derribó todo su interior, una locura y un atentado contra el patrimonio sevillano.
Puente del Alamillo
Si hablamos de la arquitectura sevillana, hay que hablar de la revolución que supuso para Sevilla acoger la Exposición Universal de 1992. El puente está hecho de acero y fue terminado justo para la exposición. Es obra de Santiago Calatrava y es un puente atirantado. Estaba previsto que se realizara otro puente similar pero a la inversa para que yendo por el río los dos brazos formaran una V que, o bien significaría la victoria o el cinco en números romanos de los cinco siglos del descubrimiento de América.
Metropol Parasol
Conocido popularmente como ‘Las setas’, esta obra de ingeniería ha situado a Sevilla de nuevo en el panorama arquitectónico internacional. Polémica obra de Jurgen Mayer, esta infraestructura instalada en pleno centro de Sevilla está realizada con madera y hormigón y reproduce una especie de bosque de hongos. Su mirador superior ha dado una nueva panorámica de la ciudad desde el corazón de la misma y fue uno de los cinco candidatos al Premio de Arquitectura Mies van der Rohe 2013, uno de los más prestigiosos del mundo.
Miguel Pérez Martín
