¿Echas de menos las chucherías de tu infancia? ¿Te gustaría volver a comer Peta Zetas, llevar en el bolsillo el chicle Boomer que venía en un rollo o volver a coleccionar los chupetes de la suerte? Unos hermanos nervionenses, Silvia y Miguel Suárez González, vende chucherías vintage online a través de Retrochuches.
- ¿Cómo se le ocurre a alguien embarcarse en un proyecto de este tipo?
Todo surgió una tarde de verano. Entre anécdotas y buenos recuerdos surgió el tema de las chuches de nuestra infancia y de aquellos sabores que creíamos perdidos ya para siempre. El caso es que indagamos en la historia de muchas empresas y compañías y si bien es verdad que algunas ya no existen o fueron absorbidas por multinacionales existe un amplio catálogo de productos que continúan en el mercado y nos dijimos ¿Por qué no compartir nostalgia?
– ¿Cuáles son los imprescindibles de las chuches vintage? ¿El Top 5?
Sin lugar a duda nuestro ‘Messi’ de las retrochuches son los caramelos Chimos. Es increíble cómo un producto tan sencillo como unos caramelos con forma de salva-vidas y 5 sabores caló tanto en la gente de los 90 pero es que están… ¡Hay que probarlos! Por otro lado la gente guarda especial recuerdo de pequeños juguetes como las manos locas, los chinitos y chupetes de la suerte o de chucherías como los Peta-zetas y los pica pica.
– ¿A qué tipo de público os dirigís?
Sobre todo gente con ganas de recordar. La época dorada de las chuches fue sin duda a finales de los 80 y principios de los 90 y sobre todo nos dirigimos a ese público que vivió aquella época con mucha ilusión. Dicho esto, estamos viendo que quizás conectamos más con el público femenino que vive sus recuerdos de una forma más intensa.
– ¿Son mejores las chuches de hoy día o las de antes?
Creo que casi todo lo que vivimos en nuestra niñez aguanta mejor el paso del tiempo. Hablando objetivamente, sí que creo que existen algunos factores que hacen que las chucherías de hoy tengan menos sabor que las de antes y es que la mayoría de ellas se formulan de diferente forma hoy en día. Chucherías sin gluten, sin lactosa o sin azúcar han hecho que los niños de hoy coman chuches un poco más sanas pero su sabor en muchos casos no es el mismo de antes.
– ¿Gustan entre los niños de hoy las chucherías que les gustaban a sus padres?
Creo que las chucherías son algo realmente atemporal y como tal a todo niño le encantan, ya sean las de antes o las de ahora. Es muy común ver a un bebé sujetando un Aspito, un niño comiendo gominolas o un chiquillo jugando a la peonza que, por cierto, está muy de moda de nuevo.
– ¿Cuáles son los productos más exóticos o más difíciles de conseguir que tenéis en vuestra tienda?
Disponemos de algunos productos de importación ya que son difíciles de conseguir en España. La marca Chimos como tal, desapareció en España hace muchos años pero Wrigley sigue fabricándolos en EEUU y los traemos importados del Reino Unido al igual que los chicles Gold Mine (chicles con forma de pepita de oro) o el Tubble gum que es el chicle con forma de tubo de pasta de dientes.
– ¿Cómo es el negocio de vender chucherías online? ¿Funciona la venta por internet para algo que tiene unos precios tan bajos?
Los márgenes de beneficio no están mal pero es verdad que necesitas vender mucho para que la inversión valga la pena. Lo bueno es que la mayor parte de nuestro almacén se constituye de productos sellados con caducidades largas lo cual te permite disponer de tiempo para hacer despegar el negocio y minimizar el riesgo. Lo cierto es que cuando empiezas siempre tienes dudas pero de momento puedo decir que la venta sí que funciona.
– Hemos visto que tenéis pensado incluir el palodú entre los productos de vuestra tienda. ¿Se puede competir con los de las mesas plegables de la calle Tetuán?
Jejeje… Creo que hay cuota de mercado para todos. Lógicamente si vas paseando por la calle y te apetece en el momento lo vas a comprar pero nuestra oferta es diferente, vendemos nostalgia además de sabor. Son varias personas las que nos han escrito tras recibir su pedido y nos han comentado como se han emocionado al probar un sabor olvidado o han sonreído al utilizar algún juguete, ese es el producto que vendemos y en lo que queremos centrarnos.
– ¿Qué perspectivas de futuro tenéis en la empresa de cara a la incorporación de nuevos productos o nuevos públicos?
Nuestra idea es incorporar poco a poco productos de otros países para potenciar nuestra oferta diferencial e ir probando con otros productos domésticos que creemos que pueden funcionar en el mercado. De todos modos, llevamos tan sólo 4 meses y estamos aún buscando nuestro lugar en el mercado aunque de momento estamos muy satisfechos con las ventas y la acogida de la gente.
Miguel Pérez Martín